Chile cumplió ya 20 días desde que el covid-19 arribó al territorio nacional y el desarrollo del virus tuvo dos características que los expertos bien sabían: el número de infectados crecería exponencialmente y en pocos días pasaríamos de casos importados a una infección comunitaria sostenida. Sin embargo, hay un factor que para los entendidos era coherente aplicar cuanto antes, pero que aún es resistida por el Gobierno: una cuarentena nacional efectiva.
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¿Cuánto incide restringir la movilidad de un país al máximo en controlar el virus? Italia, donde los muertos superan a los de China, recién decretó una cuarentena masiva cuando totalizaban más de 9.100 casos y tenía toda la zona norte del país comprometida. Otro de los más comprometidos, España, decretó el estado de alarma y el confinamiento obligatorio de su población cuando presentaba 5.753 casos. Antes, eso sí, el gobierno estableció el cierre de operaciones en Madrid a los 578 casos. El gobierno francés, a su vez, decretó la cuarentena cuando ya tenía 6.650 casos. En el caso de Corea del Sur, en cambio, su principal medida, además del distanciamiento social, fue que aplicaron cerca de 15 mil test diarios para contener mejor la epidemia.
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Para Sudamérica el escenario es distinto. La experiencia de Europa, donde el contagio llegó un mes antes, permitió que países como Perú y Argentina se adelantaran en decretar la cuarentena total nacional cuando sufrían de 71 y 128 casos, respectivamente, y en circunstancias en que ninguno de ellos superó los 3 casos por millón de habitantes. Entonces, ¿para qué aplazar la medida?
La doctora Claudia Saavedra, presidenta de la Sociedad de Microbiología de Chile, señala que es necesario implementar la cuarentena, ya que “el desplazamiento de quienes presentan cuadros muy leves o los asintomáticos, pasa a ser un gran vehículo para la infección”. Sobre eso, recalca un estudio en China que dejó en evidencia que fueron los asintomáticos y no diagnosticados quienes contagiaron a más personas en Wuhan.
“Podemos tomar el ejemplo de Nueva York, si queremos analizar lo que ocurre acá en Santiago. Ellos disminuyeron los tramos de viajes largos, impidiendo, por ejemplo, los traslados entre la isla de Manhattan y Long Island. Por eso en Chile, mapas demuestran de manera interesante que el potencial mayor foco de infección se asociaría a la Línea 1 del Metro. No reducir la movilidad aumenta la posibilidad de contagios”, indica la microbióloga de la Unab.
La especialista, además, insiste en que, si bien en algún momento fue buena idea decretar cuarentenas en comunas específicas, eso “ya no se justifica, ni siquiera en todo Santiago, porque ya se ha visto que situaciones fortuitas tienen nuevos brotes en otras ciudades de Chile. Lo mejor para aplanar la curva es que el distanciamiento social sea en todo el país”.
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DOS PREGUNTAS A…
Dr. Tomás Pérez Acle, investigador de la Fundación Ciencia&Vida y del CINV.
“Necesitamos que el Gobierno libere todos los datos”
Sus proyecciones hablan de unos 9 mil contagios para inicios de abril, ¿pueden establecer si el sistema de salud se saturará igual que en Italia?
Es imposible hacerlo ahora a menos que tengamos más datos. Eso es lo que el Gobierno debe entender. Hay un montón de científicos dispuestos a hacer todas las proyecciones que quieran, trabajar día y noche, las 24 horas, sin que nos paguen, sólo para hacer proyecciones que permitan adaptarnos mejor a la pandemia, pero si entregan los datos a medias, difícil.
¿Qué datos les faltan?
Los infectados por comuna es súper importante, sobre todo si se piensa en decretar cuarentenas. También el de cuánto tiempo pasa entre la infección y el momento en que se presentan síntomas, y desde ese punto hasta requerir hospitalización o cama UCI. Partiendo con eso, podríamos proyectar la saturación.