“Recién se están tomando algunas medidas que eran necesarias. Hay que bajar la curva que se disparó de los enfermos y eso se hace sólo con cuarentena, manteniendo las indicaciones de tipo higienico”, asegura el doctor Ricardo Peña González, dirigente del Colegio Médico y académico de la USACh, reapaldado por una experiencia profesional de más de 40 años en la Posta Central.
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Peña también atesora recuerdos de la epidemia de influenza que afectó a Chile en 1957 y, en su análisis de la actual crisis sanitaria, asegura que “no se ha investigado la conducta social del sector alto de la poblacioóen la responsabilidad de que esto se haya expandido”.
“La epidemia de influenza de 1957 y 58 que se produjo en Chile fue la misma que provocó mortandad durante la Primera Guerra Mundial, de la familia de los virus de la influenza, y se le conoció como la gripe asiática. Yo era un cabro de 12 años que estudiaba en el Instituto Nacional”, rememora.
“En esa época no había la información de ahora, uno se enteraba del contagio cuando caían algunas personas y se oían los comentarios. Luego que se enfermaron mi mamá y mi hermana en la casa, yo segui yendo al colegio, pero se notaba cómo disminuían los compañeros. Se hacían menos clases y en los patios del colegio hasta nos faltaban jugadores para la pichanga del recreo”, cuenta.
Peña detalla que “estoy hablando de junio y el ministerio de Educación adelantó las vacaciones de invierno porque los cabros no iban al colegio. Para las complicaciones se aplicaban antibioticos, pero no se recomendaba que la gente lo utilizara para el virus. Fue un número alto de contagiados, atacó a la tercera edad y a los niños en cuanto mortalidad. Y hubo paralización de muchos trabajos; entonces habia mas industrias que ahora, y recuerdo que se paralizaron las obras del carbón en Lota y en las minas del norte”.
Influenza y pichangas en el Instituto Nacional
El médico sostiene que “no se pueden comparar realidades con casi 60 años de diferencia. En esa época la gente concurría a los consultorios del Seguro Obrero y a la red de Asistencia Pública, o sea las postas. La epidemia duró hasta el 58 y, aunque no recuerdo las medidas de aislamiento, me parece que no había una campaña tan pública de einformación, quizás sólo a través de la radio”.
Como sea, el doctor Peña expresa su preocupación por la situación sanitaria actual en el país. “Es que ahora no hubo claridad en las medidas que se tomaron desde el principio. No va a ser tan baja la mortalidad, recién se estan tomando medidas más drásticas”, enfatiza.
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Su diagnóstico sobre el comportamiento actual de la gente en la pandemia exige atención: “Los viejitos de ahora nos cuidamos, porque tuvimus una disciplina muy germánica en la casa y el colegio, y somos obedientes. Sin embargo, yo veo poca disciplina en la gente más joven y en la gente de mayores recursos”. Y lo analiza así: “No es al azar que una persona en cuarentena de coronavirus confirmado fuera detectada en el jumbo de Peñalolén, cuando había ido a comprar desde Las Condes… Creo que no se ha investigado la conducta social del sector alto de la población en la responsabilidad que esto se haya expandido”, subraya.
Y reafirma que “la gente ha sido irresponsable. Por ejemplo, la nana seguía trabajando cuando los patrones habian vuelto de un viaje y llevaba el posible contagio de un sector a otro de la ciudad. Las personas piden comida y llega el muchacho del delivery que recorre muchos puntos de posibles contagios. Entonces, falta responsabilidad”, asegura el doctor Ricardo Peña, avalado por el conocimiento y experiencia de la vida…