La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura expresó este sábado su preocupación por las estrategias que desarrollan los países para combatir la pandemia del coronavirus, y puso énfasis en que «si bien cada país enfrenta sus propios desafíos, la colaboración entre los gobiernos y todos los sectores y partes interesadas, es primordial. Estamos atravesando un problema global que requiere una respuesta global».
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La FAO sostiene que «debemos asegurarnos de que los mercados de alimentos funcionen correctamente y que la información sobre precios, producción, consumo y existencias de alimentos esté disponible para todos en tiempo real. Este enfoque reducirá la incertidumbre y permitirá a los productores, consumidores, comerciantes y procesadores tomar decisiones informadas y evitar un pánico injustificado en los mercados mundiales de alimentos».
QU Dongyu, director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, plantea que «todavía se desconocen los impactos en la salud de la pandemia del COVID-19 en algunos de los países más pobres. Sin embargo, podemos decir con certeza que cualquier crisis alimentaria resultante de una mala formulación de políticas será un desastre humanitario que podríamos haber evitado».
Dongyu profundiza en el tema de las decisiones de los gobiernos para controlar el coronavirus: «Ya tenemos 113 millones de personas que padecen hambre aguda; En África subsahariana, una cuarta parte de la población está subalimentada. Cualquier interrupción en las cadenas de suministro de alimentos intensificará tanto el sufrimiento humano como el desafío de reducir el hambre en todo el mundo».
Según el vocero de la FAO, «debemos hacer todo lo posible para no dejar que eso suceda. La prevención cuesta menos. Los mercados mundiales son fundamentales para suavizar las perturbaciones de la oferta y la demanda en todos los países y regiones, y debemos trabajar juntos para garantizar que las interrupciones de las cadenas de suministro de alimentos se minimicen tanto como sea posible». Y precisa su convicción de que el «Covid 19 nos recuerda contundentemente que la solidaridad no es caridad, sino sentido común».