Si uno escucha las declaraciones oficiales, todos los gobiernos se prepararon adecuadamente y tenían planes de acción para el coronavirus, pero los políticos suelen hablar más que actuar, porque en los hechos queda evidente si efectivamente se prepararon adecuadamente.
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Es el caso de EEUU, de Brasil y ahora de Gran Bretaña, junto con muchos países sudamericanos. ¿Y cómo uno sabe si se prepararon adecuadamente para esta pandemia? Si compraron con tiempo los test de detección y los respiradores artificiales para superar la crisis. Para Chile será igual, ahí se verá si realmente las autoridades fueron previsoras.
Es el caso que vive hoy Gran Bretaña, donde opositores, científicos e incluso periódicos que generalmente lo apoyan, criticaron el jueves al primer ministro británico Boris Johnson por las promesas incumplidas de su gobierno de realizar más pruebas para detectar el coronavirus.
El gobierno prometió hace semanas aumentar el número de tests a 10.000 por día y para mediados de abril a 25.000 diarios. Pero el avance es lento. El gobierno informó que se realizaron 10.412 pruebas el martes, la primera vez que se alcanzó el objetivo diario.
Al igual que otros países, el Reino Unido ha limitado los test para los pacientes hospitalizados, lo que deja a las personas con síntomas leves sin saber si están infectadas. Los científicos dicen que realizar estas pruebas da una mejor idea de cómo se propaga el virus.
El mismo Johnson anunció el viernes pasado que contrajo covid-19, y casi una semana de después tenía síntomas, aunque «leves», de acuerdo con su vocero, James Slack.
En la mayoría de los pacientes, el coronavirus provoca síntomas leves o moderados, como fiebre y tos. Pero en otros, especialmente en mayores y personas con patologías previas, puede derivar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.
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El primer ministro británico sigue trabajando mientras desde su aislamiento y prometió en un mensaje de video que el gobierno estaba «aumentando enormemente las pruebas».
Las encuestas de opinión sugieren que los británicos apoyaron en gran medida los esfuerzos del gobierno para contener la enfermedad. Johnson pidió a la gente permanecer en casa salvo casos excepcionales y ordenó el cierre de escuelas, bares, restaurantes y negocios no esenciales.
Pero a medida que el número de muertes relacionadas con virus en el Reino Unido se acelera en los últimos días, el apoyo unido a la respuesta del gobierno se está diluyendo. Cifras oficiales del jueves mostraron que ya hay 33.718 casos confirmados y 2.921 muertes, 569 decesos más respecto del día anterior.
El periódico Daily Mail criticó el «fiasco de pruebas» en su portada. «Preguntas sin respuestas», publicó el Daily Telegraph, acusando al gobierno de no poder decir por qué Gran Bretaña se quedó atrás de sus vecinos europeos en los test.
Unas 960.000 personas en todo el mundo han contraído la enfermedad y casi 49.000 han muerto, según datos al jueves de la Universidad Johns Hopkins.