Siguiendo la lógica de la implementación de brazaletes o pañuelos azules para personas de espectro autista, el Gobierno diseñó un distintivo para quienes trabajan con gente en situación de calle. Para que así, puedan desempeñarse sin inconvenientes durante épocas de cuarentena y restricciones por el aumento del coronavirus.
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La idea surgió en el Ministerio de Desarrollo Social en el marco de la campaña Ruta Protege Calle, y se lanzó el viernes pasado, pero no llamó la atención sino hasta la jornada del miércoles 15, cuando desde La Moneda el Presidente Sebastián Piñera hizo un punto de prensa portando el brazalete.
Ahí comenzaron las comparaciones y parodias en redes sociales, porque lo que las autoridades debieron salir a aclarar el tema. A través de twitter el ministro Sebastián Sichel contó mayores detalles de la iniciativa.
En conversación con Publimetro, el subsecretario de Servicios Sociales, Sebastián Villarreal, complementó con que, más allá de que la polémica les sirve para visibilizar las acciones, también ayudan a que «se pierda el foco de lo que nos tiene que importar como país. Me parece de un nivel de banalidad y egoísmo tremendo».
Al margen de aquello, explicó que el uso de los brazaletes «tiene que ver con prácticas internacionales. En este escenario es fundamental identificar a las personas que están haciendo un trabajo directo con quienes que no están dispuestas a dejar la calle e irse a un albergue».
Esto, dijo, implicará una ayuda para los voluntarios, pues quienes están controlando el cumplimiento de las restricciones podrán identificar a los funcionarios que están en ruta, y, al mismo tiempo, servirá para que quienes están en situación de calle pidan el auxilio correspondiente.
En el marco de este plan los voluntarios, además de entregar abrigo y alimentación, reparten kits de higiene, que incluyen mascarillas, alcohol y otros insumos.