Si hay algo que han dejado en claro los episodios de infección masiva en el gimnasio de Chillán, el culto religioso en Puente Alto y las pautas de prensa de la ex seremi de Salud de La Araucanía, es que el coronavirus ha hecho gala con creces de su credencial de altísima contagiosidad.
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La preocupación de la ciudadanía durante la crisis sanitaria ha motivado prácticas que meses antes eran impensadas, a causa de el bombardeo constante de información. Lavar la ropa y ducharse luego de salir, desinfectar los productos del supermercado o dejar las zapatillas en el pasillo, son parte de las nuevas costumbres en muchos. Pero, en base a la evidencia, ¿es prudente hacerlo? Según la opinión experta, da para el alivio, ya que las medidas más importantes, siempre, son la distancia física y el sagrado y frecuente lavado de manos.
La bolsa de compras
Si voy al supermercado o si salgo a buscar un paquete por delivery, ¿necesito desinfectar cada producto que ingresó a mi hogar? El doctor Christian Palavecino, investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la U. Central, indica que, si bien estudios han demostrado que el virus permanecería durante varias horas e incluso días en ciertas superficies, en condiciones de luz y buena ventilación, es muy poco probable que los productos terminen en el hogar con cargas virales suficientes para contagiar. Sí sería factible si un contagiado estornuda a una caja de leche que después tomes, pero si evitas tocarte la cara y lavas tus manos, no habrá problemas. Eso sí, el uso de paños desinfectantes se podría recomendar en hogares con personas de riesgo.
¿Dejo afuera las zapatillas?
No han sido pocos los condominios o edificios donde los residentes han optado por dejar sus zapatos para salir en los pasillos, temiendo que la zuela pueda ser un foco infeccioso.
Si bien el grueso de las partículas virales terminan en el piso y no en suspensión, Palavecino señala que “en términos sencillos, la suciedad del suelo, suele quedarse allí, en el suelo”. En un contexto donde los insumos de aseo no abundan, usar pañuelos desinfectantes o alcohol para desinfectar las zuelas, sería más un desperdicio que otra cosa. Sin embargo, el experto señala una excepción a la regla: si en el hogar se tiene hijos pequeños que gatean o usan juguetes en el suelo, ahí sí podría ser prudente dejar el calzado afuera.
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La ropa como factor virulento
Para muchos, ducharse luego de ir al supermercado y llevar la ropa directo a la lavadora es una regla por estos días. Según explica el doctor Palavecino, el factor vestimenta no debería suponer un riesgo si se viene de la calle, donde la ventilación y distancia permiten un buen cuidado. Según ciertas evidencias, superficies como telas y cartones son las menos propicias para que el virus se mantenga activo.
Distinto es el caso de vivir con una persona contagiada o luego de visitar un centro asistencial donde se estuvo encerrado con enfermos durante un tiempo. Allí, dice Palavecino, lo ideal sería retirar la ropa cuidadosamente, “ojalá sin sacudirla, y que no entre en contacto con la demás ropa hasta entrar a la lavadora”.
Aire: ¿peligro en todo sitio?
Desde los inicios de la emergencia, la mayor recomendación ha sido es mantener al menos un metro de distancia física con el resto de las personas.
El investigador explica que el virus se mantiene viable en el aire por muy poco tiempo, y que en lugares con “ventilación decente, es improbable que recibas una carga viral suficiente para que te enfermes”. La clave está en el hacinamiento: en lugares abiertos, el contagio dependería de recibir directamente las secreciones de un estornudo de otra persona en tus fosas nasales, boca y ojos. Lo que se debe evitar es convivir en un espacio cerrado con varias personas por más de 15 minutos. “Terminarías respirando el mismo aire que una persona contagiada, lo que haría muy probable el contagio”.
Pasamanos del transporte
Si debo andar en micro o el Metro para hacer las compras o ir al trabajo, ¿tengo que evitar las superficies de contacto?
Investigaciones plantean que las superficies duras y lisas mantienen por más tiempo al virus activo que otras. En ese sentido, pasamanos o manillas del transporte serían, a priori, más peligrosas que bolsas, alimentos y telas.
De todos modos, el experto indica que el principal peligro en el transporte es la aglomeración, y no las superficies. Además, y si bien andar con guantes nunca estará de más, no tocarse la cara y lavarse las manos con frecuencia reducirían el riesgo de contagio casi a cero. Palavecino aclara que las soluciones jabonosas han demostrado eliminar el covi-19 con bastante efectividad.