Cuando llegó el coronavirus a Chile, una de las primeras medidas que se tomó fue cancelar las clases presenciales. Si bien la decisión pareció obvia, el plan que estudia el Gobierno para retomar gradualmente el funcionamiento de los colegios reactivó la polémica, que tomó otros ribetes cuando el propio ministro Jaime Mañalich confesó que siempre estuvieron en contra y la consideraban un “grave error”.
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Si bien aún no es un hecho, el ímpetu en La Moneda indicaría que la medida va en franco camino a decretarse. Pero podría chocar con un muro: el nulo piso político y experto para implementarla.
El alcalde de La Granja y presidente de la comisión de Salud Pública de la Asociación de Municipalidades, Felipe Delpin, señaló a Publimetro que el plan es “imprudente y que en ningún caso están dadas las condiciones, ni siquiera en una implementación gradual”.
Como alcaldes, agrega, la postura es que esto recién se discuta cuando la comunidad científica confirme que pasó el peak de contagios y de demanda por camas críticas. “En Europa, después de 80 días, recién están retomando ciertas actividades, como que los niños menores de 14 años puedan salir a la calle, que lo planteó España. No se condice con la postura presurada del Gobierno”, apunta. Cabe recordar que la semana pasada, el Ministerio de Ciencias compartió una minuta a centros científicos para modelar, entre otras cosas, las implicancias de retomar las funciones de colegios. En dicha tarea, el Centro de Modelamiento Matemático estimó que la medida podría triplicar el peak de demanda por camas UCI, además de adelantar en dos meses el mismo.
En Educación 2020, consideran que el regreso presencial es “imposible mientras no se aplane la curva”, según indica a Publimetro Loreto Jara, coordinadora de Política Educativa. Lo mismo cree el Centro de Políticas Públicas UC, que señala que “la clave no sólo está en el diseño, sino también en la implementación”. Nicolás Muñoz, subdirector de Investigación Aplicada del centro, explica que a pesar de la idea del Gobierno es un reingreso con máximo de 20 alumnos por clase y recreos diferidos, “hay que tener en cuenta que la cantidad de alumnos promedio en una sala de clases es de 30”. A eso se suma, según dice, “la logística de traslado de los estudiantes a los colegios, ya que es ahí cuando los alumnos se pueden exponer a más riesgos de contagio”. Además, Muñoz dice que falta un protocolo detallado en caso de que aparezcan contagios de alumnos en los colegios, ademas de asegurar una estrategia de vigilancia a su núcleo cercano. Por su parte, Delpin añade que el Gobierno no ha hecho llegar a los alcaldes ninguna circular que les asegure suministros de protección sanitaria diaria para los alumnos, pensando en un eventual vuelta presencial a clases, y que duda de si la autridad tendrá la capacidad ahora para asegurarla.
Teniendo en cuenta que la crisis sanitaria por el coronavirus durará varios meses más, para Educación 2020 (ver entrevista a la derecha) es fundamental, así como se formó la mesa social, que La Moneda instaure una mesa educativa covid, integrada por expertos en educación, epidemiología y sostenedores de colegios. Desde allí, dicen, debería salir la estrategia para cerrar el año educativo de la mejor forma posible y un eventual regreso presencial que contemple primero a los cursos mayores.