En sus primeras semanas de gestión, la nueva seremi de Salud de la Región Metropolitana, Paula Labra, ya suma su primer traspié.
PUBLICIDAD
Ayer, la autoridad regional emitió un decreto, el 1868, para establecer medidas sanitarias en los lugares de trabajo. En su punto que causó más polémica en redes, estableció la exigencia de que en reuniones con 10 o más personas se debía contar con mascarillas de alto rendimiento, como las N95. La OMS y otras autoridades, han insistido en que dichos insumos se privilegien para el personal sanitario, que debe exponerse directamente al contagio.
Sin embargo, la orden duró poco. A las pocas horas de ayer jueves, Labra emitió una nueva orden para dejar sin efecto la circular anterior.
La medida iba en línea con el instructivo de recomendaciones para lugares de trabajo que elaboró la subsecretaria de Salud Pública Paula Daza, y que se publicó en el Minsal el pasado 8 de abril. Allí, la autoridad sanitaria distribuyó el documento a los ministerios de Economía, Trabajo y todas las seremis de Salud del país. Entre las recomendaciones, aparecía mencionado el uso de mascarillas en oficinas y la no realización de reuniones de trabajo prescindibles, aunque no se exigía el uso de insumos de «alto rendimiento».
Cabe recordar que la llegada de Labra a la seremi no estuvo exenta de polémica, ya que la ingeniera comercial, ex directora del Compin, llegó a reemplazar a la histórica y mediática Rosa Oyarce, tecnóloga médica y magíster en política Pública, quien fue destituida luego de desencuentros con el ministro Jaime Mañalich.
Primer documento
Rectificación