La vuelta de los niños a las calles de España, tras 42 días de confinamiento, fue la mejor noticia del día como reflejo de una normalización de la vida.
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Sin embargo, recuperar su espacio de libertad en las calles, plazas y playas de ese país no significa olvidar la pesadilla del coronavirus.
Añun hay restricciones que cumplir: los más pequeños tienen que estar acompañados por un adulto, no pueden jugar con los vecinos ni alejarse más de un kilómetro del domicilio, con un máximo de una hora por día.
No se puede olvidar la distancia social ni las maascarillas, porque la pandemia sigue latente.
Y los niños alegran la vida de todos, pero en estos tiempos cuidar la vida no es un juego…
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