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Héctor Velis-Meza: “Lo que hablamos y escribimos es dinámico, por eso no hay que ser fanáticos”

El escritor y académico analiza el uso de palabras que han tenido en la palestra a la Real Academia Española de la Lengua.

En 2010 la Real Academia Española de la Lengua, RAE, instauró la norma de quitarle la tilde a las palabras “sólo” y “éste” en determinadas acepciones, y por estos días ha sido reflotada una polémica de 2013 cuando se analizaba la chance de volver atrás con esa determinación.

Pero en definitiva sigue la orden de la RAE de escribir siempre “solo” y “este” en cualquier circunstancia, algo que para el periodista, editor, escritor y académico Héctor Velis-Meza no hay que tomar como si fuera de vida o muerte.

“Pienso que la RAE enmendó algo que no correspondía cuando tomó esa decisión hace una década. “Solo” y “este” son palabras graves terminadas en vocal, por lo que no pueden llevar tilde. Pero descubrieron que las posibilidades de equivocarse eran casi nulas, por lo que uno al enfrentarse, por ejemplo, a “sólo” debía cambiarlo por “solamente” o “únicamente” y se acaba el problema… En lo que no pensaron es que cuando a uno le enseñaron en el colegio la regla de poner el tilde diacrítico a “sólo” para diferenciar esa palabra de “solo” de soledad, esa regla fue tan perfecta, fácil y genial que caló muy hondo en todos y nunca la pudimos olvidar. En este caso mandaba la costumbre y la RAE no se equivocó, sino que olvidó la fuerza de la costumbre en los seres humanos… Pero el mundo editorial incorporó el “solo” sin tilde, por lo que esto es cuestión de tiempo, y yo soy de los que aceptan lo que indica la RAE, aunque noté que los diarios siguieron como siempre. Pero objetivamente, esta discusión en nada influye en nuestras vidas. Hoy tiene más importancia nuestra salud”, señala a Publimetro el reconocido hombre de las letras, autor de numerosos textos.

Respecto de circunstancias ortográficas similares, Héctor Velis-Meza indica que “hay varios casos similares. La palabra “guion” no lleva tilde, la eliminaron, porque es un monosílabo. Lo mismo pasa con “truhan, pero la fuerza de la costumbre hace que todo el mundo se los coloque. Cambiar algo tan arraigado en este ámbito no es algo de diez años, hay que dejar que el tiempo pase… Tiempo al tiempo”.

Sobre neologismos surgidos por los cambios tecnológicos, como el verbo aparecido por el uso del WhatsApp, el profesional dice que “hay que ver cómo escribimos la palabra “whisky”: no es “guisqui”. Por eso debería ser “wasapear”, aunque es un término que no existe y apareció por nuestra tendencia a crear verbos, como la palabra “partear”, que debería ser “me cursaron un parte”. Pero siempre digo que hay gente muy fanática con el tema del lenguaje y asumir que lo que hablamos y escribimos es dinámico, que hay palabras que se van adecuando, como “estand” y “esmog”, que vienen del inglés. Insisto, todo es un tema de tiempo y acostumbramiento, por lo que no es posible pelear señalando que algo corresponde y otra cosa no”.

Héctor Velis-Meza añade que “hay que preocuparse del fenómeno de las otras lenguas que han ingresado a nuestro vocabulario debido a la globalización. Debemos esperar un ajuste natural y lo más probable es que en un tiempo aparezca la palabra “wasapear” en el diccionario de la RAE, como antes colocaron las palabras “lorear”, “sapear” y “condoro”, algo impensado hace años… Esto no es un asunto de fundamentalismo o de tomarlo a pecho, aquí hay que ser pacientes y de espera, aunque no es algo grave y no cabe atacar a la RAE. En Chile hablamos pésimo, pero nos entendemos. El lío es cuando los chilenos nos relacionamos con otros países, por nuestro escaso vocabulario y lo mal que pronunciamos. En ese sentido, hay países sudamericanos que nos superan en este sentido”.

Y sobre el denominado “lenguaje inclusivo” y el uso de palabras como “todes”, el escritor confidencia que a él no le gusta ni lo usa. Y recuerda que “la palabra hombre se refería al ser humano, por lo que incluía al varón y a la mujer. Yo escribí un libro sobre el lenguaje feminista tema que se llama “Cómo el machismo contaminó el lenguaje”, en el que sostengo que el lenguaje nunca fue machista, sino que el ser humano por su mal uso lo hizo machista… Yo en mis discursos hablo del ser humano incluyendo a las mujeres… y así me evito problemas”.

Nuevo libro adecuado a la realidad

En su casa desde hace nueve años en la reserva ecológica de Palmas de Ocoa, cerca del Parque Nacional La Campana en la Región de Valparaíso, está desde hace dos meses Héctor Velis-Meza. Viajaba a Santiago un par de días por semana, pero debido a la cuarentena por el coronavirus no puede trasladarse a la capital, ya que su morada y sus oficinas de la Ediciones Cerro Manquehue santiaguinas están en una zona de acceso y salida restringidos.

“El covid-19 ha sido devastador para las librerías, pero hay que reinventarse, tal como lo hice cuando en 1973, el año en que me recibí de periodista en la Universidad de Chile, quedé sin trabajo porque me echaron de TVN y entré al mundo de los libros para ser editor y escritor, y luego cuando me convertí en profesor. En ese camino, a mis 70 años estamos explorando la posibilidad de vender libros digitales. Y tengo un texto listo que escribí con Fernando Vigorena, que de manera curiosa tiene relación con lo que estamos viviendo. Se llama “Profesiones y profesionales con fecha de vencimiento”, y en él mostramos que ahora no es posible pensar en que siempre vamos a trabajar en lo que estudiamos… Hay que tomar los estudios superiores como una guía, un marco para desenvolverse, pero no determinan la vida laboral por siempre. Creo que trabajos como el del periodista, el del contador y el del arquitecto están muriendo. Por ello es necesario estar preparados para adaptarse, para que el cambio no sea doloroso ni frustrante. Y eso deben hacer, por ejemplo, las librerías, pues si siguen como hasta ahora van a morir”.

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