Nunca fue particularmente cómoda la participación de los centros científicos convocados a la Mesa de Datos por el Gobierno. Pero este viernes, el Instituto Milenio de Fundamento de los Datos dejó en evidencia que hay un quiebre entre investigadores y la instancia que coordina el Ministerio de Ciencias.
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Anoche, el IMFD publicó una carta en su página web donde anuncian su «congelamiento» en la mesa de datos ¿La razón? por falta de datos. «La falta, hasta ahora, de información abierta de datos de salud que permitan hacer el trabajo comprometido, ha hecho que el IMFD decida congelar su participación en la Mesa de Datos, al menos hasta que dicha iniciativa cuente con la información requerida para que la ciencia pueda realizar su labor», dice el comunicado.
Hace varias semanas el reclamo por distintos centros ha sido el mismo: una política de información fluida de la pandemia para fines de investigación y combate de la pandemia. Lo cierto es que en la mesa de datos, los equipos científicos tienen a disposición la misma información que contienen los informes epidemiológicos que se liberan a todo público. Y nada más.
En la mesa, el Instituto formaba parte de un grupo de cuatro centros de excelencia que realizan modelamiento matemáticos para proyectar el peak de la pandemia, cómo se comportará cada comuna del país, y la demanda de infraestructura hospitalaria crítica. Sin embargo, se han tomado con que no reciben información en tiempo real, no cuentan con ciertos datos clínicos -como el tiempo que pasa entre que un contagiado se expuso al virus y fue confirmado con el PCR- o que no cuentan con el mapa geolocalizado de contagios que sí posee el Minsal.
El IMFD recalca que «temas que se han hecho evidentes en Chile, como la ausencia de una política de acceso abierto a datos de salud, insumo crítico para hacer investigación que contribuya a hacer frente a esta pandemia, han contrastado con el sentido de la investigación que desarrolla este centro y que apunta, en su núcleo, a que los datos estén verdaderamente al servicio de la sociedad».
Ante el quiebre, la subsecretaria de Ciencias, Carolina Torrealba, señaló que «comparto el fin, pero tal vez hoy no es el momento para exigir ese tipo de información con ese alto nivel de exigencia de entrega”.
“Si uno ve lo que ha ocurrido desde el día uno hasta hoy, la cantidad de información adicional y entregas de informes es bastante sorprendente (…) Si uno compara ese informe con otros, no tiene nada que envidiarle a otros países que miramos con admiración”, prosiguió la subsecretaria.
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