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Las oficinas en algún momento volverán funcionar y las empresas se preguntan desde el inicio de la pandemia de qué forma lo harán. Muchas están evaluando agregar más teletrabajo a su funcionamiento cotidiano, pero igual en algún porcentaje, deberán continuar con el modo presencial. «Una forma de avanzar en esta tarea es observar lo que están haciendo los países que llevan más tiempo con Covid que nosotros», señala Roberto Salazar, prevencionista de riesgos de la Universidad de Chile.
«La distancia entre escritorio y escritorio, la presencia de lugares comunes idealmente abiertos y exteriores, el lavado de manos constante, el uso de mascarilla y hasta la presencia de paneles transparentes serán parte de la cotidianidad», señaló el especialista.
¿Cómo aplicar medidas de este tipo en espacios colaborativos como los co work? Por ejemplo, desde WeWork, anunciaron que adecuaron sus estándares de limpieza e higiene en línea con las pautas proporcionadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la OMS y las autoridades de salud locales, como parte de las soluciones para afrontar esta pandemia.
Limpieza, distanciamiento y señalética
En esta línea, el CEO, Sandeep Mathrani, dio a conocer las iniciativas sanitarias que han estado implementado. «Juntos, hemos desarrollado un plan con foco en tres pilares clave: distanciamiento profesional, limpieza y señalética orientativa”, aseguró. Actualmente, en Chile existen seis edificios de WeWork, en los que se han incorporado y seguirán actualizando estas medidas. Observando otros ejemplos internacionales similares, a esas tres medidas, se suman cambios estructurales: menos oficinas, más espacio.
Pero no son los únicos. Sergio Rozas, sociólogo de la Universidad de Valparaíso agrega que «esto va a tener que aplicarse a todos los espacios laborales, no solo al concepto que tenemos de oficina cerrada y con escritorios, sea coworking o no». En esa línea, Rozas señala que «el cambio involucra un aprendizaje respecto a nuestro comportamiento social en todas las esferas». Desde el momento en que nos levantamos, preparamos, desayunamos, trasladamos y llegamos al trabajo. Para el especialista, cada uno de esos pasos deberá ser distinto y adecuado a la nueva realidad.
Modificando espacios laborales diversos
«Esto puede volverse particularmente complejo para ciertas profesiones. Si estás en una oficina cerrada, mantener distanciamiento entre escritorios o espacios comunes requiere inversión, pero en lo estratégico o llevado al comportamiento social, no es tan difícil de aplicar. Imagínate una obra de construcción, un supermercado, un centro comercial u otros lugares donde el desplazamiento no es tan lineal como el de una oficina en que la mayor parte del día las personas están sentadas», analiza el sociólogo.
En esta línea, el especialista recomienda asesoría pisco social. «Es importante que los equipos de recursos humanos, con prevencionistas de riesgos, sicólogos y otros profesionales, apoyen y asesoren a las personas cuando regresen físicamente al lugar de trabajo. Modificar comportamientos cotidianos es una tarea difícil, pero es algo en lo que se deberá trabajar», agregó.