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Para expertos está claro: cuarentenas dinámicas funcionaron en regiones, pero no sirven para controlar el coronavirus en Santiago

Expertos piden cuarentena total para el Gran Santiago. Informe calcula que, independiente de lo que se haga, alza de demanda UCI se mantendrá por dos semanas.

“Durante las próximas semanas sabemos que vamos a enfrentar los tiempos más difíciles”. Con esas palabras, el Presidente Sebastián Piñera describió ayer el duro momento que sufren los distintos servicios de salud de la Región Metropolitana, saturados por la alta demanda de infraestructura crítica que exige la pandemia del coronavirus.

Para expertos, esos dichos no son más que una confirmación de que, pese a venir tarde, al Minsal sólo le queda una carta para detener el contagio: decretar la cuarentena total en el Gran Santiago.

El covid-19 ha hecho que Chile intente dos cosas únicas en el mundo. Por una parte, instalar un carnet de alta,  del que debió retractarse; y por otra, la estrategia de las cuarentenas móviles o dinámicas. Si bien en otros países se utilizan confinamientos selectivos a niveles regionales o macrozonales, ningún país oficialmente realiza cuarentenas en sectores asemejables a comunas, como lo hace nuestro país.

Para Francisco Vergara, director del Centro de Producción del Espacio (CPE Udla),  “se demoraron demasiado en ejecutar una cuarentena total en Santiago, que era lo que había que hacer”. Según el experto en temas socioespaciales, la autoridad  no tuvo en cuenta un factor importante: “En un contexto en que la interdependencia entre comunas es tan importante como en Santiago, un confinamiento que usa éstas como límite no tiene nada que ver con el comportamiento de las personas sobre el espacio”.

Eso ya lo había hecho saber el CPE cuando el Minsal sacó a Providencia del confinamiento. Según dijeron en ese momento, medidas como esa facilitarían una exportación del virus a comunas más vulnerables, ya que Providencia es una de las zonas que más viajes laborales y ocasionales recibe en la capital.

Según Vergara, la medida correcta habría sido, desde el inicio del brote, un “lock-down” total del Gran Santiago por 14 días, para luego dimensionar si correspondía seguir con esa alternativa o pasar a las cuarentenas parciales.

Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública (ESP) de la U. de Chile, afirma que las cuarentenas parciales han demostrado efectividad en regiones, donde el cierre de ciudades y capitales regionales ha demostrado una contención de los contagios y el impedimento de un nuevo brote. “Pero la situación de Santiago con las cuarentenas dinámicas, si bien lograron bajar un poco los casos, nunca controlaron el contagio”, recalca.

El último informe de la ESP destacó que la alta carga de contagios activos, sumada a la alta tasa de contagio efectiva (cada persona contagia a 1,4) hace que la tendencia de alza de casos y hospitalizaciones en UCI tenga una “inercia difícil de romper”. El académico estima que el aumento de pacientes críticos debería continuar al menos durante esta semana y la próxima.

El doctor en salud pública recalca que mientras más tardías sean las cuarentenas estrictas, más tiempo requieren para ser efectivas. Pero, ¿de cuánto hablamos? Cuadrado dice que, en el mejor de los casos, un confinamiento total en el Gran Santiago tardaría de 10 a 14 días en mostrar efectos. Pero en el peor escenario, podría ser de “entre tres a cuatro semanas”.

Si bien el confinamiento total no evitaría un posible colapso sanitario en dos semanas, para los expertos es crucial acortar el tiempo en que la red de salud esté sobregirada.

“No ser capaces de responder por sobrepasar el límite de las capacidades tiene costos humanos”, recalca Cuadrado.

2 PREGUNTAS A…

Cristóbal Cuadrado, doctor y académico de la Escuela de Salud Pública U. de Chile.
¿Por qué dicen que la “inercia” de infectados será difícil de contener?  Es un escenario muy distinto tener mil casos activos que superar los cinco mil. Lo que hoy tenemos es un “R efectivo” que ha ido al alza, está en torno a 1,4. Es  decir, al tomar el total de casos que pueden contagiar (activos) y multiplicarlo por cuántas personas nuevas esperas que se contagien, da 1,4. Por eso en el informe decimos que es esperable que el alza de contagios y utilización UCI se mantenga en las siguientes semanas.

¿La cuarentena total sería una solución?  Mientras más tardía sea, más tiempo requerirá para volver a bajar la carga de casos. En el mejor de los escenarios, podrían ser de 10 a 14 días para notar los efectos. En el peor, de tres a cuatro semanas. No nos va asegurar que el sistema no colapse, pero nos permitirá que la carga baje en cierto tiempo. No es lo mismo que la red esté sobre el límite durante una semana, a que esté durante un mes. Eso tiene un costo humano importante.

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