Es sabido que el coronavirus se transmite principalmente mediante las gotitas formadas cuando una persona infectada estornuda, tose, o exhala. Estas gotas de saliva o secreciones son pesadas para permanecer en el aire, y caen con rapidez al suelo o superficies, como mesones, escritorios, lugares de trabajo y utensilios de todo tipo.
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Por ello el control higiénico frente a esta crisis sanitaria debe considerar a todas las personas, desde los afectados, sus familias y entorno cercano, sin excluir a quienes cuya actividad laboral implique proximidad y permanencia en un espacio delimitado y compartido con contagiados.
“En este sentido, es fundamental el uso correcto de elementos de protección personal y de barrera que hayan sido definidos por la autoridad sanitaria, entre los que destacan mascarillas, antiparras y guantes”, advierte Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello.
El Ministerio de Salud publicó el documento “Protocolo de limpieza y desinfección de ambientes –COVID-19 (excluidos los establecimientos de atención en salud)”, texto que proporciona directrices para los procesos de limpieza y desinfección de espacios públicos y lugares de trabajo, exceptuando los establecimientos de salud, que requieren de otro tipo de desinfección.
“Actualmente, se desconoce exactamente el tiempo de persistencia y las condiciones que afectan la viabilidad en el medioambiente del virus que produce la enfermedad covid-19. Algunos estudios que evalúan la estabilidad ambiental de otros coronavirus estiman que el coronavirus que nos está afectando sobrevive varias horas en el medioambiente a temperatura ambiental y en diversas superficies”, detalla Fernando Torres.
Es por ello que las instalaciones y áreas potencialmente contaminadas con el virus que produce la enfermedad deben ser limpiadas de manera permanente.
Según el toxicólogo, para ello “hay que utilizar productos que contengan agentes antimicrobianos y que cuenten con evidencia científica, lo que permite certificar su efectividad y a la vez seguridad para el medioambiente y las personas que los apliquen”.
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El académico de la UNAB es categórico y añade que “es preciso destacar la necesidad de adoptar todas las medidas de seguridad necesarias antes, durante y después de ejecutar las actividades conducentes a la limpieza y la desinfección de sitios potencialmente contaminados o contaminados con el virus que produce la enfermedad”.
Dentro de las recomendaciones, el profesional destaca las siguientes:
1.- Rol del empleador
Es el empleador el responsable de realizar el servicio de limpieza y desinfección en los espacios públicos o lugares de trabajo.
2.- Delimitar procedimiento
Debe existir un procedimiento seguro, que defina las formas de trabajo y medidas preventivas en relación a los productos utilizados.
3.- Información a los aseadores
El procedimiento debe ser conocido por todos los trabajadores que realizan las tareas de limpieza y desinfección.
4.- Ojo con los productos y las mezclas
No se debe utilizar cualquier tipo de producto o de mezclas de productos para limpiar superficies sin contar con información de seguridad de uso suficiente. Tampoco hay que aplicar sobre la piel u otras partes del cuerpo.
5.- Cuidado con el cloro
Ventilar las zonas donde se limpie con productos tóxicos, como el cloro.
6.- Fuera del alcance los los pequeños
Alejar desinfectantes y productos de limpieza de los niños.
7.- Verificar certificación y comprar en lugares establecidos
Fijarse en las etiquetas de los productos y que sean certificados por el Instituto de Salud Pública. No comprar en lugares que no sean establecidos.