En muchos lugares del mundo se ha podido apreciar un maravilloso fenómeno natural. Tras las medidas de cuarentena por la pandemia del coronavirus, la naturaleza ha ido tomando su lugar. Animales que bajan a las ciudades son postal en todo el globo. Pero además, los espacios están luciendo más limpios: bosques, desiertos y también bahías.
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Es el caso de Río de Janeiro. Distintos medios internacionales señalan que las tortugas han vuelto a nadar muy cerca de la orilla. También exponen que el encierro ayudó a descontaminar las aguas de la icónica bahía de Guanabara y de playas que por años permanecieron turbias en la ciudad más emblemática de Brasil.
Foco de polución marina
Lamentablemente, Río tenía zonas consideradas como focos de alta polución marina. Como la bahía de Guanabara, que baña las playas de la zona norte de Río de Janeiro. También las playas de Botafogo y Flamenco. Todas hoy tienen sus aguas más cristalinas. Así lo han mostrado algunas imágenes tomadas en este periodo.
Según la Capitanía de Puertos, Guanabara recibía mensualmente cerca de 250 embarcaciones de mediano o gran porte. hoy, todo lo turbio de las aguas quedó atrás. Se pueden apreciar tortugas y peces. Incluso se logra ver con claridad la arena del fondo. Según señalaron a medios locales, desde la Capitanía, la baja del tráfico de embarcaciones también ha sido u aporte. pese a aquello, aún queda un poco de contaminación que deja el combustible de las embarcaciones.