Frases como la de Jair Bolsonaro asegurando que los «brasileños son inmunes» al coronavirus o la recomendación de Donald Trump sugiriendo inyectarse desinfectante para hacer frente a la pandemia, son algunos de los comentarios para el bronce que ha dejado el coronavirus de un nivel de líderes que no han estado a la altura de las circunstancia, cómo lo aseguró Barack Obama.
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En Chile, nuestras autoridades también han «descollado» con frases que estuvieron lejos de ser afortunadas, generalmente por estar absolutamente alejadas a la realidad, como la de hoy del intendente Felipe Guevara, cuando analizó las manifestaciones que empiezan a levantarse en sectores populosos de Santiago: «Hay gente que abusa, ¿qué tiene que ver el hambre con el ‘No más AFP’?»
Acá una recolección de algunas de estas «perlas»:
Partimos esta selección con dos comentarios del ministro de Salud, Jaime Mañalich, al comienzo de la pandemia. El 4 de marzo, el secretario de Estado aseguró que «si llegamos a tener 430 mil casos, estamos preparados».
Pasó un día y la capacidad de nuestro sistema de salud se redujo casi a la mitad: «Podemos manejar, con la infraestructura que tenemos hoy, un total de 250 mil casos». El problema es que ahora tenemos 53 mil contagiados y estamos al borde del colapso…
Cuando el país se adentraba en la pandemia, el Presidente de Sebastián Piñera, tranquilizó a la gente con la siguiente frase: “Chile está mucho mejor preparado que Italia para enfrentar esta situación”.
Otra frase de Mañalich que incluso causó comentarios en el exterior, fue la que pronunció el 21 de marzo en una conferencia cuando se le preguntó por qué no aplicaba encierros totales: «¿Qué pasa si el virus muta y se pone buena persona?». Bueno, claramente el virus sigue de muy mal humor, sobre todo con Chile.
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Ya con la pandemia en nuestras fronteras y para tratar de estimular a la gente a permanecer en sus casas, el 23 de marzo, la ministra vocera de Gobierno aseguró que «no hay vacuna más relevante que el amor». Potente señal para los científicos.
El 14 de abril, un infinito optimismo se apoderó del ministro Mañalich y comentó: “Yo me atrevería a decir que se ha logrado aplanar la curva”.
El Gobierno estaba en un buen momento, pues el virus parecía que estaba controlado, y nadie escuchaba a organizaciones como el Colegio Médico o los alcaldes que exigían cuarentenas más generalizadas. Ahí, el 20 de abril, la subsecretaria de Salud no trepidó en asegurar que era posible «salir a tomar un café con amigos”.
En esos días de total satisfacción en La Moneda, el 22 de abril, Mañalich afirmó que “he sido felicitado por autoridades internacionales hasta el cansancio”.
A esta tendencia se sumó el Presidente Sebastian Piñera, quien el 24 de abril, no dudó en destacar las cuarentenas «inteligentes» que estaban aplicado y aseguró que los encierros totales eran un error. “Los países que han hecho cuarentena total han fracasado porque no es sostenible y cuando la han levantado, el virus vuelve a atacar». Un par de semana más, el mismo Presidente estaría anunció un encierro total para el Gran Santiago.
Otra frase célebres fue la del alcalde Joaquín Lavín, quien el 14 de mayo tras las acusaciones de que su desesperado intento por abrir el Apumanque había incidido en el repunte de los contagiados en Las Condes, aseguró que «que gracias a eso los mall no abrieron» . O sea, si no ganas, empatas.
Se acuerdan de la frase del 18 de marzo del Presidente (“Chile está mucho mejor preparado que Italia para enfrentar esta situación”), el domingo 17 de mayo, en plena cadena nacional, tuvo un giro. Esa vez, el Mandatario aseguró que «Chile tampoco estaba preparado (para la pandemia), tenemos que ser humildes y reconocerlo».
Y para cerrar, porque la cualidad de hacer comentarios curiosos no es monopolio del Gobierno, sumamos al senador del Partido Socialista, Rabindranath Quinteros, quien para justificar su viaje a Puerto Montt después de hacerse un PCR y luego dar positivo, no encontró nada mejor que culpar a la enfermera que le practicó el test. «Tenía mi pasaje para el día viernes, y yo le consulto a la enfermera: ‘Soy de Puerto Montt, yo me tengo que ir ¿Puedo viajar?’…’Sí’, me dijo», señaló el senador. Obviamente, el parlamentario después sacó un comunico donde aseguró que no había dicho lo que había dicho.