La Pintana es la segunda comuna con mayor índice de embarazo adolescente a nivel país. Para nadie es novedad que esta pandemia mundial nos ha golpeado fuerte a todos y todas. ¿Cómo es vivir este contexto siendo madre adolescente? ¿Y en una de las comunas más vulnerables del país? ¿Con altos índices de hacinamiento y pobreza?
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La respuesta es: muy difícil. Las jóvenes madres no solo viven en pobreza económica, sino que en una pobreza multidimensional. Si a nivel país esta pobreza es de un 20,7%, para las madres adolescentes es de un 50,3%, según datos Casen 2017.
Sin trabajo y sin comida
Fundación SoyMás encuestó a 93 madres adolescentes. Corresponden a alumnas y exalumnas de la fundación, ubicada justamente en La Pintana. Dada la crisis han debido realizar clases online, la situación es abrumadora. Además de tener inconvenientes de conexión y tiempo, para continuar sus estudios en la fundación, en la mayoría de sus hogares algún miembro se ha quedado sin trabajo.
“El 73% de nuestras estudiantes declara que en sus familias se ha perdido la fuente laboral a causa de la pandemia, lo que les hace imposible conseguir el alimento necesario para sus hogares, los cuales además, presentan un alto grado de hacinamiento», señaló Francisca Cholakis, directora psicosocial de Fundación Soymás.
«El 100% de las beneficiarias vive con cinco personas o más. Sumado a que el 89,9% declara que algún miembro del hogar presenta un tratamiento de salud de alto costo, ya sea cáncer, parálisis, enfermedades autoinmunes, entre otras”, agregó.
Madres, adolescentes y sostenedoras de su hogar
La situación es altamente compleja y delicada, según explicó Cholakis. Muchas de las alumnas, además de ser madres adolescentes y por lo mismo haber abandonado sus estudios tempranamente, son jefas de hogar y hoy no tienen cómo sostenerse.Por este motivo, esta fundación sin fines de lucro, enfocada exclusivamente al trabajo con madres adolescentes que viven en condicones vulnerables, ha iniciado una campaña masiva y urgente.
La idea es poder entregarles a sus alumnas y exalumnas lo que les falta: principalmente alimento en insumos básicos para ellas y sus hijos e hijas. Son enfáticos en señalar que, las alumnas, a cargo de niños pequeños, hoy no tienen que comer. Se han quedado sin trabajo ellas y sus familiares.
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Si desean aportar a la campaña, hay varias formas, que van desde la donación de una caja de alimentos hasta el apadrinamiento de una alumna hasta diciembre. Más información en www.soymas.cl.