En medio de las cuarentenas que se viven en muchas partes del mundo debido a la pandemia de coronavirus, la iniciativa de una profesora neerlandesa llamó la atención y conmovió a muchos.
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La maestra Ingeborg Van der Duin echaba tanto de menos a sus pequeños 23 alumnos de enseñanza primaria de una escuela de la ciudad de Haarlem, que en el encierro de su casa decidió recordarlos de una forma muy creativa: tejió 23 pequeños muñeco de lana que representan a cada uno de sus pupilos, y cerró la serie con una muñeca que la emula a ella.
La profesora, quien dijo que esos niños son todo para ella, ocupó entre tres a cuatro horas para hacer cada figura, finamente detallada de acuerdo a las características de los modelos, incluyendo detalles como las pecas, los lentes y la ropa que usan de manera habitual. Y los hizo sonriendo.
Ingeborg Van der Duin les ha hecho clases online a sus alumnos, pero ello no ha sido suficiente para evitar la nostalgia y la pena que siente por no estar en contacto directo con ellos. Puso las figuras en un marco con el nombre de cada uno, lo que fascinó a los pequeños y sus progenitores.