Las autoridades de la ciudad de Nueva York buscaban una solución pacífica al comenzar el cuarto día de protestas en la urbe contra la brutalidad policial que han dejado vehículos de la policía incendiados y en las que cientos de personas han sido arrestadas.
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El alcalde Bill de Blasio descartó que se vaya a imponer un toque de queda el domingo, a diferencia de las medidas tomadas en otras ciudades grandes de Estados Unidos y en ciudades más pequeñas del estado.
De Blasio indicó que la policía mostró una «moderación tremenda en general» durante las protestas del fin de semana, pero prometió una investigación respecto a un video que muestra a dos vehículos policiales arremetiendo a un grupo de manifestantes en una calle de Brooklyn. El alcalde asignará a dos funcionarios del gobierno de la ciudad para que realicen una pesquisa independiente sobre la manera en que las protestas se han desarrollado y cómo fueron manejadas por la policía.
«Más vale que todos retomemos el lado humano», afirmó De Blasio en una sesión informativa el domingo por la mañana. «Los manifestantes son seres humanos. Necesitan ser tratados con gran respeto. Los policías son seres humanos. Necesitan ser tratados con gran respeto».
Horas después de su discurso, las protestas se reanudaron. Cientos de personas se congregaron en una plaza del centro de Brooklyn, coreando «Sin justicia no hay paz» y «Black lives matter», al tiempo que lanzaron algunos insultos a los policías que formaban una valla en la arena donde juegan los Nets de la NBA.
Diversas protestas en su mayoría pacíficas realizadas el sábado en diferentes puntos de la ciudad dieron paso a enfrentamientos ocasionales entre policías y manifestantes por la noche. Los inconformes quebraron escaparates de tiendas, arrojaron objetos contra los agentes, incendiaron vehículos de la policía y cerraron calles. La famosa catedral de San Patricio en Manhattan fue rayada con grafiti.
Se presentaron múltiples quejas sobre agentes de la policía empujando o golpeando innecesariamente a los manifestantes, y rociando a las multitudes con sustancias químicas.
La policía de la ciudad de Nueva York informó que 345 personas fueron arrestadas, 33 agentes resultaron heridos y 27 vehículos de la policía sufrieron daños o quedaron consumidos por las llamas. No se reportaron heridos de gravedad. El comisionado de la policía, Dermot Shea, dijo que algunos manifestantes pacíficos fueron «secuestrados» por personas con intenciones violentas.
