La trágica muerte de George Floyd a manos de un policía en Minneapolis, ha desatado un estallido social anti racista sin precedentes en los Estados Unidos.
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En los últimos días, las protestas contra la brutalidad policial y el gobierno conservador de Donald Trump han aumentado, generando una crisis que también se ha visto fuertemente golpeada por la pandemia del coronavirus.
La noche de este domingo miles de personas se manifestaron a las afueras de la Casa Blanca en Washington D.C. Ante el caos generalizado, el servicio secreto de Estados Unidos decidió refugiar en su búnker al presidente Trump tras lo cual las luces de la casa de gobierno fueron apagadas.
Según consignó el New York Times, «Agentes del Servicio Secreto llevaron abruptamente al presidente al búnker subterráneo utilizado en el pasado durante los ataques terroristas».
«Fortalecido para resistir la fuerza de un avión de pasajeros que se podría estrellar contra la Casa Blanca, el búnker es el mismo que albergó al vicepresidente Dick Cheney durante los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001«, agregó el periódico en su sitio web.
Ante los disturbios, la policía utilizó gases lacrimógenos a los manifestantes quienes habían incumplido el toque de queda impuesto en la capital estadounidense. Miles de solados de la Guardia Nacional fueron desplegados en 15 estados y en varias ciudades hay toque de queda como en Los Ángeles y Houston.