Utilizando telescopios del Observatorio Europeo Austral (ESO), un equipo de astrónomos ha descubierto algo curioso. Se trata de manchas gigantes en la superficie de estrellas extremadamente calientes escondidas en cúmulos estelares.
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Estas estrellas no sólo están plagadas de manchas magnéticas, algunas también experimentan eventos de superllamaradas. Las superllamaradas son explosiones de energía varios millones de veces más energéticas que las erupciones similares que se dan en el Sol. Por eso se les da la nomenclatura de «super».
Misterios de la astronomía
Los hallazgos, publicados hoy en la revista «Nature Astronomy», ayudarán a los astrónomos a entender mejor estas desconcertantes estrellas. Y así, abren la posibilidad de resolver otros escurridizos misterios de la astronomía estelar.
El equipo, dirigido por Yazan Momany, del Observatorio Astronómico INAF de Padua (Italia), estudió un tipo particular de estrellas. Se les conoce como estrellas de rama horizontal extrema. Son objetos con aproximadamente la mitad de la masa del Sol, pero cuatro a cinco veces más calientes.
“Estas estrellas calientes y pequeñas son especiales porque sabemos que evitarán una de las fases finales en la vida de una estrella típica y morirán prematuramente”, afirma Momany. El científico era astrónomo del Observatorio Paranal de ESO, en Chile. “En nuestra galaxia, estos peculiares objetos calientes se asocian generalmente con la presencia de una estrella compañera cercana”, agregó.
Sin embargo, y sorprendentemente, cuando se observan estrellas de rama horizontal extrema en grupos estelares muy compactos, llamados cúmulos globulares, la gran mayoría de estas estrellas no parecen tener compañeras. El amplio seguimiento a largo plazo que el equipo hizo de estas estrellas, realizado con telescopios de ESO, también reveló que había algo más en estos misteriosos objetos.
Al estudiar tres cúmulos globulares diferentes, Momany y sus colegas descubrieron que muchas de las estrellas de rama horizontal extrema que se encontraban en estos cúmulos mostraban cambios regulares en su brillo con un el transcurso que oscilaba entre unos pocos días o varias semanas.
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¿Por qué manchadas?
“Tras eliminar todos los demás escenarios, sólo quedaba una posibilidad para explicar las variaciones de brillo observadas”, concluye Simone Zaggia, coautora del estudio. “¡Estas estrellas deben estar plagadas de manchas!”, añadió.
Las manchas de las estrellas de rama horizontales extrema parecen ser muy diferentes de las manchas oscuras de nuestro propio Sol, pero ambas son provocadas por campos magnéticos. A diferencia de lo que ocurre en el Sol, las manchas de estas estrellas calientes y extremas son más brillantes y calientes que la superficie estelar circundante.
En el caso del sol, lo que vemos son manchas oscuras en la superficie solar que son más frías que su entorno.
Éstas también son significativamente más grandes que las manchas solares. Cubren hasta un cuarto de la superficie de la estrella. Estas manchas son increíblemente persistentes, pueden durar décadas. Mientras que las manchas solares individuales son temporales. Con una duración que oscila entre unos pocos días o unos meses.