La reacción popular de protesta por el brutal asesinato de George Floyd ha remecido a la clase política de Estados Unidos. Mientras Donald Trump solo ha mostrado odio hacía las protestas, muchos dirigentes han empatizado con la frustración y cansancio por el constante abuso policial.
Es el caso de la alcaldes de Washington DC, Muriel Bowser, quien no dudo en cambiar el nombre de la calle 16, al frente de la Casa Blanca, por la consigan que ha marcado el estallido social que enfrenta EEUU: «Black Lives Matter» («Las vidas negras importan»).
Por si el mensaje no quedaba lo suficientemente claro, la edil Bowser también dispuso que esta consigna se pintara en un tramo de esa calle con letras gigantes de color amarillo.
«Queremos llamar hoy la atención para asegurarnos de que nuestra nación es más igualitaria y justa y de que las vidas negras y la humanidad negra importan en nuestra nación», aseguró la alcaldesa durante la inauguración de la nueva denominación de ese tramo de calle.
