No asistir a clases, durante semanas, sin duda tiene efectos para los niños. En pre escolares, por ejemplo, se pasa por un «periodo de adaptación» cuando comienzan a asistir a la escuela. A veces dura unos días, a veces semanas. «Es altamente probable que ese periodo de adaptación deba volver a ocurrir en los niños que comenzaron la etapa escolar este año», señala Carlos Zúliga, psicólogo de la Universidad Católica.
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«Y este periodo de inasistencia no solo afectará a los más pequeños, sino que a todos los niños y adolescentes. Ya sea por temas de rutina, por vínculos afectivos o por otros factores. Es sin duda un proceso para el cuál no estaban preparados», añade. También, dice el especialista, «esto podría llevar a una desvinculación escolar en distintos niveles». ¿A que se refiere? Abandono del sistema.
Mahia Saracostti, académica de la Escuela de Trabajo Social de la U. de Valparaíso integra el panel de expertos convocado por el Ministerio de Educación. Nos señala que desde el panel se propondrán medidas concretas para prevenir el abandono escolar en el contexto actual de la crisis sanitaria.
“Ya desde marzo y abril había unas luces de organismos internacionales, como Unesco y el Banco Mundial, entre otros, que decían que aumentaría el riesgo del abandono escolar no sólo en Chile, sino a nivel global”, sostuvo Saracostti.
Buscando soluciones para un fenómeno global
La académica especificó que “primero se revisarán las medidas que tiene el Ministerio de Educación en torno a la deserción, definiendo otras nuevas que se ajusten a la realidad actual». «Básicamente, lo que se está visualizando es que el hecho de que los niños no estén asistiendo a la escuela por el confinamiento asociado a la pandemia puede traer como consecuencia un aumento en el abandono escolar”, añadió.
Asimismo, la experta de la U. de Valparaíso agregó que existen una serie de factores que predominan a la hora de generar un abandono escolar. Como lo es principalmente la inasistencia. “Lo que la literatura científica muestra es que la inasistencia crónica, repetición y el rezago escolar son algunos de los factores de riesgo. En este contexto, la inasistencia no es voluntaria, por la pandemia, pero esto sí provoca un proceso de desvinculación con el contexto escolar”.
Vinculación con el entorno familiar y escolar
De acuerdo a lo manifestado por Saracostti, la inasistencia sí es un indicador que hay que mirar para evitar la deserción. Lo mismo que el rendimiento académico, pero existen otros aspectos de vinculación, sobre todo el que relaciona al entorno familiar y escolar que se deben tomar en cuenta. “Si tú tienes estudiantes interesados por su aprendizaje y vinculado a su escuela y su contexto educativo, lo más probable es que podamos reducir de manera universal el riesgo de desertar. Así como también si la escuela logra enganchar a las y los chicos e incentivarlos, involucrarlos en su propio proceso de aprendizaje, a su ritmo y de acuerdo a sus propios interesas, es probable que logren retenerlos”, agregó.
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“Otro elemento son los vínculos, el mantener a una familia vinculada con la comunidad educativa. Mantener a niños que trabajan en red, que están relacionados, preocupados por lo que le pasa al uno o al otro. La vinculación con el profesor o profesora, el apoyo de ellos es clave”, indica. Hay que lograr que ese chico o chica sienta que seguir estudiando es significativo», agregó. Zúñiga concuerda. El psicólogo de la UC añade que «en esa línea es importante la organización del grupo familiar para que los aprendizajes en casa sean valorados por los estudiantes. «No deben verlo como un periodo de vacaciones con tareas, sino que como un periodo de estudios importante que se tuvo que adaptar a consecuencias externas», finalizó.