En medio de un desalojo de una toma de más de 20 años de gente desplazada por la violencia de la guerrilla en Colombia, un agente de la Policía Metropolitana de Cali se negó a participar el hecho y ante efectivos y policías entregó su arma a su superior, desatando al admiración de la gente.
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En las redes sociales y en buena parte del ambiente social y político colombiano, el agente Ángel Zúñiga es calificado como un ejemplo ante la arbitrariedad y la defensa de la gente frente a un Estado que no los apoya.
A tal punto llega la admiración por la valentía y arrojo del policía, que hoy un grupo de 40 congresistas colombianos solicitaron que Zúñiga fuera declarado «héroe» del país.
Para los parlamentario, lo que hizo el agente fue “en un acto de humanidad y una actitud ejemplar, antepuso los derechos fundamentales del pueblo que juró defender al cumplimiento de una orden injusta por parte de sus superiores”.
Los legisladores aseguraron que la actitud de Zúñiga es de tal valor que por el bien de los pobladores puso en peligro su trayectoria de 10 años en la policía.
“Llena de esperanza a este país ver a un funcionario público ponerse del lado de los más vulnerables, la actitud de este patrullero personifica el deber ser del Estado Social de Derecho”, aseguraron los parlamentarios.
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Mientras que la organizadora que aglutina a los pobladores desalojados también destacó la valentía y entereza del agente Zúñiga. Yuli González, jefa indígena de Pance, comentó la situación de las familias y del policía.
“Nuestros enseres están afuera, pues las casas las tumbaron, también tumbaron los cultivos de maíz, yuca y frijol. Hay familias que llevan 35 años aquí, el que menos lleva es 10 años. Somos desplazados”, narró con pesar la dirigente.
Sobre Zúñiga, González aseguró que “para nosotros, es nuestro héroe, salió alguien a defender nuestros derechos, a decir que no está de acuerdo con lo que pasó. Vamos a estar pendientes de lo que pase con el policía”, afirmó la dirigenta.