Un pangolín recobró la libertad en el este de China, días después de que el animal, sospechoso de haber transmitido el nuevo coronavirus, fuera retirado de la lista oficial de ingredientes para la medicina tradicional china.
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De acuerdo a los medios de ese país, la joven hembra fue devuelta a la naturaleza el pasado jueves, en la provincia de Zhejiang, escapando a la suerte de muchos de sus congéneres, en un país en el que tradicionalmente se han utilizado sus escamas con fines médicos.
El animal fue descubierto por un agricultor, que lo entregó a la policía. “Es un milagro: invertimos la situación hasta el punto de poder liberar a los pangolines”, se congratuló Sophia Zhang, directora de la Fundación Protección de la Biodiversidad y Desarrollo Verde. “Los pangolines no pueden sobrevivir en cautividad porque no se adaptan ni a la alimentación ni a su entorno”, explicó.
El pequeño mamífero, considerado la mayor víctima de la caza furtiva en el mundo, está en peligro de extinción. La semana pasada, la administración china de Bosques le otorgó el máximo nivel de protección en el país. Además, fue retirado de la lista oficial de productos que pueden usarse para la medicina tradicional.
China reforzó su legislación para limitar el consumo de animales silvestres, mientras que el pangolín es sospechoso de haber sido el huésped intermedio que permitió la transmisión del nuevo coronavirus del murciélago al ser humano.