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Despiden a policía involucrado en muerte de mujer negra en Kentucky

En marzo pasado, tres policías de civil irrumpieron en una vivienda donde dormían la mujer y su novio, en busca de drogas. El hombre, creyendo que eran delincuentes, disparó hiriendo en la pierna a uno de los agentes y estos respondieron con más de 20 tiros.

Uno de los tres policías involucrados en la muerte a tiros de una mujer negra en Kentucky será despedido, anunció este viernes el alcalde local.

El agente Brett Hankison estuvo involucrado en la muerte de Breonna Taylor, una mujer afroamericana de 26 años, técnico médico de emergencia, que fue abatida estando en su casa en Louisville el 13 de marzo. Los policías en ese momento llevaban a cabo una orden de allanamiento por sospecha de drogas. No se encontró ninguna droga en la casa.

El alcalde de Louisville, Greg Fischer, anunció que se estaba tramitando la destitución de Hankison. Otros dos oficiales han sido designados a labores de oficina mientras el hecho es investigado.

LOS HECHOS

Poco después de medianoche del el 13 de marzo de 2020 la policía de Louisville entró en el apartamento de Breonna Taylor y Kenneth Walker, usando un ariete para forzar la puerta. La policía investigaba a dos hombres sospechosos de venta de drogas, aparentemente sin conocimiento de que estos se encontraban ya detenidos.

La vivienda de Taylor y Walker estaba incluida en una orden de registro firmada por la juez del circuito del condado de Jefferson Mary M. Shaw, supuestamente basada en las representaciones aportadas por la policía, las cuales indicaban que ésta era usada por uno de los hombres para recibir paquetes.

El presunto traficante de drogas fue supuestamente visto entrando al apartamento de Taylor una tarde de enero con un paquete del Servicio Postal de los Estados Unidos, antes de salir y conducir hasta un conocido fumadero, según la orden, un inspector postal confirmó que el hombre había estado recibiendo paquetes en el apartamento.​ Tony Gooden, inspector postal, dijo que su oficina negó ante la policía que en la residencia se hubieran recibido paquetes que resultaran de interés.​

La policía de Louisville alega haberse anunciado al entrar en la residencia después de haber tocado varias veces y decir que eran oficiales de la policía de Louisville con una orden de registro. Los vecinos y la familia de Taylor se muestran en desacuerdo, afirmando que no hubo ningún anuncio y que Walker y Taylor creían que alguien estaba entrando por la fuerza, lo que causó que Walker actuara en defensa propia, ya que los policías vestían de civil.​

Walker dijo en su interrogatorio que Taylor gritó varias veces preguntando quién era luego de escuchar un fuerte golpe en la puerta. Al no recibir respuesta, Walker, quien tiene licencia para portar armas de fuego, tomó su arma y disparó, hiriendo en la pierna a uno de los agentes; en respuesta, estos abrieron fuego con más de 20 disparos, alcanzando objetos en la sala de estar, el comedor, la cocina, el pasillo, el baño y las dos habitaciones. Taylor recibió al menos ocho disparos y fue declarada muerta en la escena. No se encontraron drogas en el departamento.​

Según fuentes anónimas que hablaron con Wave3 News, uno de los tres agentes presuntamente disparó a ciegas desde el exterior de la residencia, a través de una ventana con persianas y cortinas cerradas; las fuentes dijeron que no creían que Taylor fuese alcanzada por ninguna de las balas disparadas por el agente que se encontraba fuera.​

INVESTIGACIONES Y PROCEDIMIENTOS LEGALES

Los tres agentes involucrados en el tiroteo fueron colocados en una reasignación de puesto pendiente del resultado de una investigación.

La policía rellenó un informe del incidente que se encontraba casi completamente vacío. En éste se afirmaba que Taylor no había sufrido ningún daño, aunque murió debido a las heridas causadas por los disparos. El informe también afirmaba que no ocurrió ninguna entrada forzosa, aunque ellos habían usado un ariete. El departamento de policía dijo que los equívocos en el informe habían sido causados por errores técnicos.

En un inicio, Walker se enfrentaba a cargos criminales de agresión en primer grado e intento de homicidio hacia un agente de policía.​ Los agentes del Lmpd dijeron haberse anunciado antes de entrar en la vivienda y fueron recibidos de forma inmediata por disparos por parte de Walker.​ Según su declaración, éste disparó su arma de fuego primero, hiriendo a un agente. El abogado de Walker dijo que él creía que alguien entraba en la residencia de forma ilegal y que simplemente actuó en defensa propia.

La juez Olu Stevens liberó a Walker de su arresto domiciliario el 22 de mayo. Tom Wine, fiscal del condado, prosiguió a levantar todos los cargos en su contra a finales de mayo. El caso podría ser presentado a un gran jurado de nuevo tras revisar los resultados de las investigaciones del FBI y de la oficina general de abogados de Kentucky. Wine levantó los cargos porque los oficiales nunca mencionaron a Taylor por su nombre frente al gran jurado ni que le habían disparado.

El 15 de mayo la familia de Taylor presentó una demanda de reclamación de muerte por negligencia. En ésta se declara que Taylor y Walker dormían en su habitación antes de que el incidente ocurriera, y que la policía se encontraba en un vehículo desprovisto de identificación. Ninguno de los agentes portaba cámaras corporales, ya que los tres se encontraban vestidos como civiles.

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