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En la Madre Patria están empezando a relajar de a poco las duras medidas de confinamiento que experimentaron durante más de tres meses debido a la pandemia de coronavirus.
El domingo terminaron 98 días de restricciones a la movilidad y de cuarentena en España, donde han muerto cerca de treinta mil personas por culpa del covid-19.
Pero el lento retorno a la “nueva normalidad” exige respetar aún ciertas restricciones, lo que no entendieron los dueños y comensales de un bar en Alcalá de Guadaíra –localidad de la provincia de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía-, pues la policía desalojó dos veces el local, primero porque superaba la cantidad de personas permitida y luego por mantener escondidas y hacinadas a varias más.
Los vecinos reclamaron por el alto volumen de la música en el lugar y cuando llegaron los policías desalojaron el local y denunciaron al dueño por el exceso de público.
Al rato los agentes tuvieron que volver ante nuevos reclamos y el encargado del sitio alegó que solo estaba con algunos trabajadores, pero una revisión exhaustiva mostró que al fondo había dos habitaciones, una que funcionaba como bodega y otra con una puerta de seguridad en la que estaban escondidas y hacinadas 25 personas, sin guardar distancia de seguridad y con vasos de bebidas alcohólicas en las manos.
