Cómo si faltaran problemas en medio de la pandemia de coronavirus, varios países de Europa han alertado del aumento de los niveles de radiactiva… Y los pocos apuntan a la histórica planta nuclear de Chernobyl, de la ex Unión Soviética, y que actualmente está en suelo ucraniano.
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Los primeros fueron los países nórdicos que detectaron un inusual nivel de radiactividad, algo que luego fue confirmado por el gobierno de los Países Bajos y señalaron que el origen de este fenómeno tenía su origen en el occidente de Rusia, debido a los daños de un elemento combustible de una planta nuclear.
En las redes sociales se ha instalado que esta nube radiactiva tiene origen en la siniestrada plana de Chernobyl, pero eso no está confirmado. Es más, las informaciones apunta a que el origen del problema está en territorio ruso, pero el gobierno de Rusia asegura que las dos plantas que posee en la zona señalada no presentan problemas y funcionan con normalidad. Se trata de las centrales Leningrado, cerca de San Petersburgo, y Kola, cercana a Murmansk.
La Autoridad de Seguridad Radiactiva de Suecia informó que «no es posible confirmar ahora mismo cuál podría ser la fuente de este aumento en los niveles de radiactividad o dónde se originó la nube, o nubes, que contienen isótopos radioactivos que supuestamente han estado moviéndose sobre el norte de Europa».
Mientras que el Instituto Nacional para la Salud Pública y el Medio Ambiente de los Países Bajos daseguró que “los radio-nucleidos (isotopos radiactivos) provienen de la dirección de Rusia occidental. Los radio-nucleidos son artificiales, es decir, están hechos por el hombre. La composición de los nucleidos puede indicar daños en un elemento combustible de una central nuclear».