Europa le lleva al menos un mes en cuanto a coronavirus a Latinoamérica. Al viejo continente llegó antes, por lo que el período de retirada también se adelantó, pero de igual manera, a las autoridades les preocupa la realización de fiestas clandestinas, lo que ha generado temor de rebrote.
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De acuerdo a lo que indica Infobae, el jueves, la Organización Mundial de la Salud advirtió que unos 30 países europeos habían informado sobre un aumento en nuevos casos en las últimas dos semanas.
“La semana pasada, Europa experimentó un aumento en los casos semanales por primera vez en meses”, aseguró Hans Kluge, director regional para Europa, a periodistas. No identificó a ninguno de los países, pero agregó que la situación era particularmente grave en 11 de ellos.
Un ejemplo es Portugal. Junto con brotes localizados en un puñado de barrios y centros industriales, las reuniones sociales han demostrado ser un terreno fértil para el virus, con 76 casos vinculados a una fiesta de cumpleaños en el Algarve, la región más meridional del país, a la que asistieron 100 personas a principios de este mes y otros 20 casos vinculados a una fiesta celebrada días después en un campamento en el suroeste.
Después de que unas 1.000 personas acudieron a una fiesta en la playa cerca deLisboa el fin de semana pasado.
A medida que los países toman medidas enérgicas contra las fiestas ilícitas, la tarea se ha dejado en gran medida a la policía. Esta semana, la fuerza policial se enfrentó esporádicamente con los miles que acudieron al Canal Saint-Martin y al distrito de Marais de París para la Fête de la Musique anual, mientras que enBerlín, más de 100 oficiales interrumpieron una manifestación que se convirtió en una fiesta espontánea de 3.000 personas antes este mes. En Berlín, la policía también advirtió sobre un aumento de las fiestas ilícitas en los parques de la ciudad.
El relajo también alimentó las reuniones en Inglaterra, donde la policía está lidiando con la proliferación de fiestas, organizadas apresuradamente en las redes sociales y mantenidas en pasos subterráneos de autopistas, parques y polígonos industriales. A principios de este mes, dos eventos ilegales en el Gran Manchester atrajeron a unas 6.000 personas.