La montaña global de televisores, celulares y otros aparatos electrónicos desechados alcanzó un nivel récord el año pasado, de acuerdo con un reporte global que se dio a conocer el jueves.
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El estudio auspiciado por Naciones Unidas estimó la cantidad de basura electrónica que se acumuló en todo el mundo en 2019 en 53,6 toneladas métricas _casi dos millones de toneladas métricas más que el año previo.
Los autores del estudio calcularon que el peso combinado de todos los aparatos electrónicos desechados el año pasado fue el equivalente a 350 cruceros del tamaño del Queen Mary 2.
Entre todo el plástico y el silicio desechado se encontraban enormes cantidades de cobre, oro y otros metales preciosos —usados para conducir electricidad en placas de circuito impreso. Aunque aproximadamente una sexta parte de ese material fue reciclado, el resto de esos componentes —valorados en 57.000 millones de dólares — no fueron reclamados, según el estudio.
El equipo electrónico desechado representa además un peligro para la salud y el medio ambiente, al contener substancias como mercurio capaces de dañar el sistema nervioso.
Los autores del estudio, que es producido por la Universidad de Naciones Unidas, la Asociación Internacional de Desecho Sólido y otros, pronosticaron que la basura electrónica a nivel mundial podría aumentar a 74 millones de toneladas métricas para 2030.