Muchos tienen del día que les pidan. Y en estos tiempos de pandemia debido al coronavirus buscan todos los subterfugios posibles para aprovecharse.
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Ese es el caso informado por el diario El Rancagüino de un grupo de delincuentes que se dio a la tarea de obtener un permiso especial pagándole diez mil pesos a un falso empleador para que se los extendiera, y así poder trasladarse sin inconvenientes entre las regiones Metropolitana y de O’Higgins para cometer sus fechorías.
Fueron capturados y aparte de ser imputados delito de robo en bienes nacionales de uso público también se les imputarán los delitos de falsificación y uso malicioso de instrumento público e infracción al artículo 318 del Código Penal, referido “al que pusiere en peligro la salud pública por infracción de las reglas higiénicas o de salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de catástrofe, epidemia o contagio”.
Fue durante la tarde del martes 30 de junio pasado cuando un hombre de 57 años denunció en Santa Cruz el de 800 mil pesos desde el interior de su camioneta.
La PDI detectó el auto en que iban los ladrones, que está a nombre de un residente en Santiago, y tras un chequeo detuvo a dos hombres y dos mujeres que iban con 5,5 millones de pesos y no pudieron acreditar la procedencia del vehículo.
Las cuatro personas, de entre 22 y 40 años y que quedaron a disposición del Juzgado de Garantía de San Fernando, llevaban elementos destinados para cometer delitos y varias vestimentas para ocultar la identidad, además de un permiso colectivo que reconocieron fue obtenido por medio del falso empleador.