Carmen Greentree trabajó duramente desde los 15 años para alcanzar su sueño de ser surfista profesional. Y después de siete años de entrenamientos y competencias, la joven en ese entonces de 22 años quiso tomarse un año sabático y viajar a la India para encontrarse a sí misma. Ahí comenzó su drama.
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El 2004 viajó con la intención de llegar a la capilla del Dalai Lama en Dharamshala, ciudad ubicada en medio de las montañas del Himalaya, para realizar un curso espiritual. Pero Greentree nunca llegaría a su objetivo.
Una vez la India, joven conoció a Rafiq Ahmad Dundoo, un hombre que se hizo pasar por un operador turístico que la llevaría su destino de forma más directa y expedita, pero en realidad era un engaño. La llevó a su casa flotante donde la mantuvo en cautiverio por dos meses.
«Pensé que jamás escaparía de ese bote, que moriría allí de una u otra manera», narró en Greentree en la presentación de su libro «A Dangerous Pursuit of Happiness». “Perdí la cuenta de las veces que me violó. Lo he bloqueado tanto que ya no recuerdo la mayoría de los ataques (…) El peor sentimiento fue cuando me rendí y dejé que tomara lo que quería», relató la ahora mujer de 37 años.
La ex surfista aseguró que “estaba completamente rota, ya ni siquiera era yo. Existía como un caparazón en mí”. Mientras que sobre su captor afirmó que “era un hombre sin escrúpulos morales y claramente no le importaba. Me mostró que tenía la intención de hacerme daño y no sintió ni una pizca de culpa por lo que me estaba haciendo”.
El drama de la joven terminó cuando su secuestrador le pidió que llamara a su familia para exigir rescate y gracias a esa llamada, la policía pudo dar con su paradero.
Rafiq Ahmad Dundoo fue detenido, pero solo estuvo 6 meses en la cárcel, pues Greentree no quiso volver a la India para rectificar en su contra.