Con tantos discursos extraños de muchas autoridades en el mundo sobre el coronavirus, hay algunos personas que aún dudan de la existencia de la enfermedad. Este era el caso de un joven de 30 años de Texas, Estados Unidos.
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Este muchacho, cuya identidad no ha sido revelada, no creía en la existencia de la enfermedad, entonces decidió asistir a una de las llamadas «fiestas Covid», una tendencia que se ha dado en EEUU donde muchos asisten para contagiarse de la enfermedad y generar anticuerpos.
La doctora Jane Appleby, del Hospital Metodista en San Antonio, donde terminó internado el joven, narró a The New York Times que «se trata de una fiesta organizada por alguien diagnosticado con la Covid-19, y su intención es comprobar si el virus es real y ver cuántos se infectan».
La misma Appleby cuenta las últimas palabras del joven antes de morir, que se las transmitió a un enfermera que lo cuidaba, donde asume el error fatal que cometió: «Creo que cometí un error. Pensé que esto era un engaño, pero no lo es».
En la nota, la doctora aclara su intensión al contar esta dramática historia: «No quiero ser alarmista, solo intentamos compartir algunos ejemplos para ayudar a nuestra comunidad a que se dé cuenta de que el virus es serio y se transmite fácilmente».
