El primer discurso de Kanye West en el marco de su candidatura a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre en Estados Unidos se celebró este sábado en Charleston (Carolina del Sur) y, como era de esperar, ha dejado un sinfín de titulares a cada cual más chocante.
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El rapero, que subió al escenario del Exquis Event Center ataviado con un chaleco antibalas, ofreció un discurso en su habitual tono exaltado en el que fue saltando de un tema a otro mientras hablaba de la esclavitud en Estados Unidos y afirmaba, para asombro del auditorio, que la histórica activista Harriet Tubman no liberó a decenas de afroamericanos, sino que «los puso a trabajar para otras personas blancas», y explicaba su postura respecto a la interrupción voluntaria del embarazo.
En ese sentido, el músico aclaró que no apoyaba la ilegalización del aborto, pero sí considera que deberían existir más políticas familiares, en forma de ayudas a los futuros padres de «un millón de dólares o una cantidad en esa línea» por cada bebé.
Su opinión se basa en su propia experiencia antes del nacimiento de su primogénita North. Según confesó entre lágrimas durante su intervención, su esposa Kim Kardashian y él se pasaron el primer mes de gestación debatiendo si deberían tener o no un bebé que no habían planeado. Finalmente, el músico recibió un «mensaje de Dios» cuando su entonces novia tenía «las pastillas en la mano» que le hizo darse cuenta de que debía permitir que su retoño llegara al mundo.
«Casi mato a mi hija… Quiero a mi hija. Dios quiere que nos multipliquemos», afirmó Kanye, que también desveló que su propio padre habría presionado a su madre para que se sometiera a un aborto. «Mi madre me salvó la vida. Mi padre quería que abortara. No habría habido ningún Kanye West porque mi padre estaba demasiado ocupado», añadió.
Este tipo de afirmaciones han dado pie a nuevas especulaciones sobre el estado mental del artista, que padece un trastorno bipolar, y más en concreto a si podría estar atravesando un episodio maníaco que le habría impulsado a actuar como lo está haciendo.
Por el momento, Kim Kardashian -que reaccionó al tuit con que su marido anunció su intención de presentarse como candidato a la presidencia de Estados Unidos apoyándolo- no se ha pronunciando sobre los comentarios que Kanye ha realizado en su discurso.
Sin embargo, eso no ha impedido que su perfil de Twitter se haya visto inundado desde entonces de mensajes que le piden -o le exigen- que intervenga y proporcione a Kanye la atención médica que tanto necesitaría antes de que sea demasiado tarde. Muchos también acusan a la celebridad y al resto de su mediática familia de quedarse sentados mientras el rapero sigue sin tomar su medicación.
