Un importante descubrimiento para el tratamiento del covid-19 realizó la Universidad de Padua. Esto, gracias a un estudio realizado a 9.280 pacientes con diagnóstico confirmado de SARS-CoV-2 en la región de Veneto, Italia. Recordemos que es uno de los países más afectados en el mundo por la pandemia.
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Los datos de la investigación revelaron que, si bien el porcentaje de infección por Covid-19 era mayor en mujeres que en hombres (56% versus 44%), estos últimos desarrollaron una enfermedad más severa. La población masculina presentó más hospitalizaciones (60% versus 40%), ocupó más camas en las unidades de tratamiento intensivo (78% versus 22%) y registraron más muertes que la población femenina (62% versus 38%).
¿Por qué se genera este fenómeno?
El doctor Felipe Balbontín, presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata explica que estos resultados son reveladores para la comunidad médica, ya que “demuestran que la enzima de la membrana celular (TMPRS2), que facilita la fusión del SARS-CoV-2 a la célula, es muy dependiente del nivel de testosterona circulante, explicando la mayor incidencia en los hombres”.
El especialista destaca que el mismo estudio, al observar solo a los pacientes con cáncer de próstata que estaban bajo terapia de bloqueo hormonal o deprivación androgénica, reveló que éstos casi no desarrollaron la infección (sólo 4 de 5.273) y ninguno de ellos murió. “Lo que comprueba la relación entre el Covid-19 y la testosterona en el organismo”, agrega.
Los tratamientos de deprivación androgénica se utilizan frecuentemente en pacientes con cáncer de próstata en etapas más avanzadas, “y que son conocidos también como castración química. Aunque suene bastante fuerte, poca gente sabe que son terapias reversibles y que a raíz de estos resultados están siendo estudiadas por la comunidad médica como una herramienta terapéutica que podría proteger al organismo contra la infección y muerte por SARS-CoV-2”, sostiene el presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata.
A su juicio, la evidencia de que los receptores androgénicos regulan las enzimas de membrana que facilitan la incorporación del virus a las células, podría sugerir que un bloqueador androgénico más un antiviral podría disminuir la severidad de la infección. “Además, la presencia de andrógenos aumenta la tormenta de neutrófilos que empeoran la enfermedad, por lo que el bloqueo de estos podría disminuir la respuesta exagerada”, concluye.