La educación es la base de la construcción de una sociedad y la diversidad es inherente a ella, es por ello que Fundación Ronda y Fundación Educación 2020 crean esta alianza que busca entregar soluciones para gestionar la diversidad a través de la innovación pedagógica, con el objetivo de generar espacios educativos más inclusivos, que promuevan experiencias formativas significativas y así entregar un programa educativo inclusivo.
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El lanzamiento de esta alianza coincidirá con el mes de la conmemoración del Día del Niño, fecha en la que se hace más relevante aún considerando el contexto pandemia, en el que alrededor de mil millones de niños, niñas y jóvenes en el mundo se encuentran sin clases presenciales y que, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo, los más afectados serán los estudiantes más vulnerables, en situación de migración, de pueblos originarios y con necesidades educativas especiales. De ahí la importancia de promover una educación de calidad para todas las personas, por eso, el programa 1,2,3 por mí y por toda mi escuela, busca generar espacios realmente inclusivos, en donde se valore la diversidad, en todos los niveles educativos.
Sabemos que la inclusión es un factor esencial en la educación y la experiencia que deviene de ella es inmensamente importante. Frente a esto, ambas organizaciones han analizado reveladoras cifras en relación a la exclusión y discriminación en los espacios educativos, como por ejemplo lo señalado por la Agencia de la Calidad de la Educación en el informe Voces de apoderados, del 2017, donde se indica que el 74% de los y las estudiantes declara haber vivido o haber sido testigo de discriminación. Sin embargo, solo el 21% de los padres, madres y/o apoderados reconoce estar al tanto de estas situaciones, lo que invita a cuestionar cuánto se habla de estos temas a nivel familiar. Un número aún más alarmante, es que un 25% de las y los jóvenes dice haber vivido algún tipo de violencia física o psicológica en su lugar de estudios, según la X Encuesta Nacional de la Juventud.
Existen otros tipos de violencia que también se pueden ver en el sistema escolar, relacionados a la estandarización de la educación, lo que excluye a muchos niños, niñas y adolescentes. La Encuesta Casen 2015 indica que sobre 77 mil niños, niñas y jóvenes menores de 18 años se encuentran fuera del sistema escolar, cifra que aumenta a más de 188 mil en el caso de menores de 21 años, mientras que más de 144 mil estudiantes han repetido de curso y solo uno de cada 100 es capaz de escribir textos narrativos coherentes.
El programa 1,2,3 por mí y por toda mi escuela propone un abordaje integral de Innovación Pedagógica, Liderazgo y Gestión de la Diversidad e Inclusión, ofreciendo soluciones a esta realidad, a través de:
- Diagnóstico y Monitoreo
- Innovación Pedagógica
- Formación en Liderazgo Directivo y Liderazgos Intermedios, trabajando con directivos, docentes y equipos de integración educativa
- Ley de Inclusión Escolar
- Gestión de Talento Diverso
- Accesibilidad y Diseño Universal
- Comunicación Inclusiva y Estratégica
- Vinculación y Redes
Para Fundación Ronda “promover en la comunidad educativa una cultura escolar basada en la inclusión y la valoración de la diversidad, a través del fortalecimiento de prácticas pedagógicas, liderazgo, concientización y convivencia de docentes, estudiantes, directivos y familias, es fundamental para gestionar la diversidad e inclusión de una manera efectiva en nuestra sociedad y desde algo tan esencial, como es la educación, donde se pavimenta nuestro Chile del futuro, al que anhelamos poder impactar y así potenciar el tan esperado cambio cultural, donde esto ya no sea tema, sino algo orgánico en cada uno de nosotros y nosotras”, señala María José Escudero, directora ejecutiva de la fundación.
En tanto, la directora ejecutiva de Fundación Educación 2020, Alejandra Arratia, indica que es necesario relevar la importancia de avanzar en un sistema educacional inclusivo, desde su estructura. “Hay que repensar cómo está organizado para reconocer y valorar la diversidad, no ‘tolerarla’, como si fuera algo complejo que simplemente tenemos que sobrellevar. Esto, en esencia, también debe ser parte de cómo entendemos la escuela: un espacio diverso donde todos y todas puedan desplegar lo máximo de sí mismos, y que también apunta, finalmente, a construir la sociedad que queremos ser”.
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Por medio de este programa, se busca la valoración de las diferencias y del talento diverso desde temprana edad, por parte de todas las personas que forman las comunidades educativas, fortaleciendo liderazgos e integrando a la inclusión como un eje central del proyecto institucional y educativo. Esto se realiza trabajando codo a codo con equipos directivos, docentes, equipos del Programa de integración Escolar, equipos de convivencia, apoderados y con los mismos estudiantes.