Hace ya casi tres meses, el miércoles 13 de mayo, el director de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud, Michael Ryan, dijo que “el covid-19 podría convertirse en otro virus endémico en nuestras comunidades, y estos virus pueden no irse nunca… Creo que es importante que seamos realistas y me parece que nadie puede predecir cuándo desaparecerá la enfermedad”.
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Una pandemia, como la actual de coronavirus, es la propagación mundial de una nueva enfermedad. Y una endemia es un proceso patológico que se mantiene en una población o espacio determinados durante largos períodos de tiempo.
Lo segundo es lo que está sucediendo en Chile, como señala la académica de la Universidad de Chile María Paz Bertoglia, quien además es presidenta de la Sociedad Chilena de Epidemiología.
“En verdad no son diez mil muertos como dice el reporte diario del Ministerio de Salud, cantidad que pasamos hace rato según los datos oficiales del DEIS (Departamento de Estadísticas e Información de Salud) del propio Ministerio de Salud, que informa de más de 13 mil fallecidos confirmados por diagnósticos de PCR y médico. Lo que aquí ha pasado es que fracasó la estrategia de disminución de la movilidad, algo que han dicho desde hace tiempo la academia, el Comité Asesor y la Mesa Social”.
La especialista añade que “se han repetido cerca de dos mil casos diarios de nuevos contagiados desde hace varias semanas, lo que epidemiológicamente significa que estamos llegando a un peligroso nivel de endemia alta, que implica la instalación en la población de una enfermedad. Por lo tanto, hay que reevaluar todas las medidas para disminuir la propagación, dado que ese escenario es insostenible en el tiempo. Por ejemplo, no se puede pensar en la mantención permanente del personal de salud en su actual situación de trabajo recargado, a lo que se suman enfermos y muertos entre ellos”.
Tomás Pérez-Acle, profesor del Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso, no es tan taxativo, pero precisa que “los datos indican que vamos camino a una endemia alta, con una gran tasa de infección para la cual hay dos vías de solución muy complejas: alcanzar la inmunización de rebaño, para lo cual se calcula que entre el 40% y el 60% de la población debe contagiarse, o tener la vacuna, que en un plano positivo estaría recién en 2021 ”.
El biólogo computacional advierte del peligro que significa “la aparición no de rebrotes, que es cuando se elimina el contagio y vuelve, sino que de rebotes, que es la subida grande tras un breve descanso y es lo que vemos hoy en Estados Unidos, donde tienen colapsado el sistema de atención. Varios calculamos que a octubre podríamos tener 20 mil muertos en Chile, y si nos guíamos por los datos del DEIS, bien podemos alcanzar esa cifra”.
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Vacuna en 2021
María Paz Bertoglia sostiene que “es muy bueno que existan varios trabajos en pos de una vacuna, pero esa solución será estará el año que viene. En promedio se tarda diez años en tener una vacuna, y la que ha estado lista en menos tiempo ha sido en cinco años. Pero ahora todos los laboratorios que pueden están trabajando en el coronavirus, por eso el proceso se ha agilizado. Empezaron los ensayos y faltan aún varios meses para saber si la vacuna es segura y efectiva. Si todo resulta bien, a mediados de 2021 podría haber buenas noticias, para luego producir a gran escala y aplicarla a fines del año que viene”.
Medidas tardías
Tomás Pérez-Acle recuerda que “cuando en marzo varios recomendamos que se hiciera cuarentena nos trataron de locos y hasta de comunistas, como si quisiéramos afectar al Gobierno. Pero la realidad indica que los llamados a la nueva realidad, a tomar café o ahora al paso a paso han confundido a la gente. Es mejor tomar medidas de encierro al principio para que no sean extensas, a tomarlas más tarde y alargarlas. En algunas comunas de Santiago, por ejemplo, ha habido confinamientos desde hace mucho tiempo, pero vemos que las cifras de contagio se han estabilizado a la alta porque no es viable fiscalizar y no se hizo lo adecuado en el tiempo debido”.