El Partido Demócrata nominó formalmente a Joe Biden como su candidato a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de noviembre. Los líderes del partido, políticos de nueva generación y votantes de todos los estados se unieron a una convención virtual extraordinaria por la pandemia del coronavirus que dará inicio a la campaña para derrocar a Donald Trump.
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Para alguien que ha pasado más de tres décadas con la vista puesta en la presidencia, el martes en la noche se materializó un antiguo objetivo. Pero ocurrió de una forma que Biden, de 77 años, no podría haber imaginado hace apenas unos meses, antes de una pandemia que ha provocado un profundo cambio en el país y en su campaña.
En lugar de en un centro de convenciones de Milwaukee como se planeó en un principio, los delegados participaron con una serie de intervenciones tanto grabadas como en vivo desde lugares del emblemáticos y simbólicos: el Puente Edmund Pettus Bridge de Alabama, la cabecera del Río Mississippi, una comunidad puertorriqueña que sigue recuperándose del un huracán y la Plaza Black Lives Matter de Washington.
Biden celebró su nuevo estatus de nominado demócrata junto a su esposa y a sus nietos en la biblioteca de una escuela en Delaware. Jill Biden, su esposa por más de 40 años, habló más tarde de él en términos profundamente personales. A menos de tres meses de los comicios, presentó al político ante el electorado estadounidense como un hombre de gran empatía, fe y resiliencia.
“Hay momentos en que no podía imaginar cómo lo hizo, cómo puso un pie delante del otro y siguió adelante», afirmó. “Pero siempre he entendido por qué lo ha hecho. Lo hace por ustedes».
Los momentos más esperados de la convención tendrán lugar en las dos próximas noches. Kamala Harris aceptará su nominación como compañera de fórmula de Biden el miércoles, convirtiéndose oficialmente en la primera mujer negra en la boleta presidencial de un gran partido. El expresidente Barack Obama también intervendrá como parte de sus redoblados esfuerzos para derrotar a su sucesor.
Biden dará su discurso de aceptación el jueves en la noche, en un salón de convenciones en su mayoría vacío cerca de su casa, en Delaware.
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Críticas a Trump
El candidato aprovechó la segunda noche de las cuatro de la convención para mostrar a una serie de veteranos políticos, tanto demócratas como republicanos, que argumentaron que tiene experiencia y energía para reparar el caos creado por Trump tanto en el país como fuera.
El expresidente Bill Clinton, el ex secretario de Estado John Kerry, y el ex secretario de Estado republicano Colin Powell estaban entre los grandes nombres de un programa que hacía hincapié en un tema sencillo: el liderazgo importa. El expresidente Jimmy Carter, de 95 años, también hizo una breve aparición.
Algunos de ellos lanzaron ataques inusualmente personales contra Trump, todo en un intento de presentar a Biden como el contrapeso moral y competente del mandatario.
“Donald Trump heredó una economía en crecimiento y un mundo más pacífico», señaló Kerry. “Y como todo lo demás que ha heredado, lo ha arruinado».
Según Clinton, la Oficina Oval de Trump es un lugar de caos, no un centro de mando.
“Si quieren un presidente que defina el cargo como pasar horas viendo la televisión cada día y atacando a gente en redes sociales, él es su hombre», añadió.
Trump arremete contra Biden
Por su parte, Trump pasó el martes cortejando a los votantes indecisos en un esfuerzo por atraer la atención de la convención de Biden. En un acto en Arizona, cerca de la frontera con México, durante el día, el republicano dijo que una presidencia de Biden desencadenaría “una avalancha de inmigración ilegal como nunca antes ha visto el mundo”.
Esta retórica divisiva, que no está respaldada desde la posición de Biden, se ha convertido en un sello de la presidencia de Trump, que ha avivado las tensiones en el país y alejó a aliados en todo el mundo.
Biden cuenta con el respaldo de una creciente coalición política, como volvió a demostrar el martes, aunque ni la historia ni el entusiasmo están de su lado.
Solo un presidente en activo ha perdido la reelección desde 1992, George H.W. Bush. Y los partidarios de Biden dicen estar más motivados por la oposición a Trump que por el entusiasmo que despierta el candidato demócrata.