Mark Duplass y Mel Eslyn “En Room 104, siempre estás saliendo de tu zona de confort”

Publimetro habló con Mark Duplass, creador, y con Mel Eslyn, escritora y directora, sobre la cuarta temporada de esta serie.

Mark, en el primer episodio de esta temporada no solamente fue director, sino actor. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar delante y detrás de cámaras, así como la de darle vida  a un músico loco?

—Mark Duplass: La verdad es que fue algo muy divertido, porque siempre es bueno volver a estar frente a la cámara y tener el chance de sacar a flote un nuevo personaje, sobre todo en este capítulo que tiene una historia rara, pero al mismo tiempo, fascinante.
Normalmente estoy escribiendo, dirigiendo, actuando y para rematar, encargándome de la música, entonces he ido perdiendo la objetividad, así que es necesario tener a otras personas que te guíen y te digan qué es lo que debes hacer en las escenas, y en este capítulo ocurrió bastante. Fui muy afortunado porque tuve a mis personas favoritas trabajando conmigo y dándome consejos.

¿Cómo surge la idea para este capítulo en el que un músico no estaba tan muerto como se pensaba?

—Mark: Siempre he sido un amante de los misterios alrededor de la música, de los artistas que han desaparecido sin dejar rastro y los rumores respecto a que grandes músicos han decidido hacerse pasar por muertos para dejar atrás la fama y empezar una vida lejos de todo.
Por ejemplo, soy amante de documentales como Searching for Sugar Man, porque además de mostrar al artista, también nos muestran el lado de los fanáticos queriendo saber el paradero como sea. Entonces, pensé que sería bueno unir esos dos mundos, el del músico y el del fanático, y contar una historia en la que el artista realmente vuelve a aparecer y deja a sus seguidores en shock. Así que lo hicimos poniéndole drama y mucho humor negro, y el resultado es el primer episodio de esta temporada.

Esta temporada tiene un episodio animado, que sin duda, es algo nuevo hablando de Room 104. ¿Cómo fue esta experiencia? ¿Cuáles fueron los grandes retos?

—Mark: Fue brillante la idea de hacer un episodio animado. Fue fascinante, y por mi parte es todo lo que tengo por decir. El resto que te lo cuente Mel.
—Mel Eslyn: Salió hermoso, pero sinceramente, no fue un trabajo fácil. En un comienzo lo sentimos más sencillo, pero con el pasar del tiempo nos dimos cuenta que era cosa seria. Y realmente lo fue, porque trabajamos más de cinco meses para lograrlo. Sin embargo, el resultado es para enamorar, y además, nos deja grandes aprendizajes, como por ejemplo, que tienes que salir de tu zona de confort, dejar de pensar en personajes de carne y hueso y comenzar a imaginar todo en función de lo animado. Eso quiere decir estudiar bien las voces, los movimientos y si realmente las animaciones encajan, entre otros tantos aspectos.
Además, tengo que sumar que cuando trabajas en el mundo animado se ilumina más la cabeza. Con esto quiero decir que puedes pensar un millón de cosas increíbles, y todas pueden pasar en las animaciones. Y eso es algo que no sucede con los capítulos de carne y hueso. Entonces, con las animaciones puedes hacer episodios inimaginables y más baratos.

¿Tienen un personaje favorito de esta temporada? Y es que cada uno tiene una personalidad tan especial…

—Mark: Creo que no podría quedarme con uno, porque, como bien lo dices, cada uno tiene una personalidad fascinante. Es increíble ver a los actores preparando sus audiciones, y cómo esos personajes del casting van tomando una esencia única cuando ya se comienza a filmar el episodio. Creo que cada actor y cada personaje merece su propia película, porque cada uno es una estrella.
—Mel: Amo a los actores de esta y todas las temporadas, pero sí tengo que quedarme con mis personajes animados. La verdad es que quedé encantada con las dos jóvenes que protagonizan este episodio porque, de cierta manera, me recordaron un poco quién era yo hace unos años. Son dos chicas fuertes, pero aún temerosas de la vida, y siento que todos hemos sido así en algún punto.

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Episodios tiene la cuarta temporada de Room 104, cada uno con una historia cargada de humor negro.