Un sismo de 5.1 de magnitud en la escala de Ritcher encendió este fin de semana las alarmas en las bases antárticas, ya que no se trata del primer episodio sísmico producido en el continente helado: entre el viernes y sábado último se sintieron otros movimientos importantes en la isla Rey Jorge. El epicentro fue a 36 kilómetros al noroeste de la Base Científica Antártida Artigas, de Uruguay, y no provocó víctimas ni daños estructurales.
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El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile, a su vez, descartó la posibilidad de un tsunami en las costas de Chile tras el sismo a 62 km. al noreste de la Base Arturo Prat. La Onemi confimó en forma instantánea que «no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile“.
“Lo vimos con cierta preocupación. Se movieron un poco las camas, pero también es cierto que hay mucho viento en esta época del año”, explicó en tanto el jefe de la Base Artigas, Emilio Obelar. En la base uruguaya actualmente hay una dotación mínima de nueve efectivos, que se dedica básicamente a tareas de mantenimiento. El próximo relevo será diciembre, según señaló el diario La República, de Uruguay.
Por su parte, la Cancillería argentina también descartó consecuencias mayores, mientras que los investigadores de los distintos países presentes en la zona siguen la evolución de la sismicidad, que ya había registrado movimientos de similar magnitud en 1980 y 2019.