Las principales emociones que han estado presentes en los jóvenes chilenos durante la pandemia han sido principalmente la angustia, con prevalencia del 46%, seguida de la rabia con un 17% y, en tercer lugar, el miedo con un 14%, de acuerdo a los resultados del estudio elaborado este año por el Instituto Nacional de la Juventud.
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En ese contexto, el Injuv dio a conocer su nuevo programa de salud mental, “Hablemos de todo”: expresado en un sitio web que aborda temáticas que aquejan a las y los jóvenes como el VIH e ITS, el embarazo adolescente, el ciberacoso, la ansiedad y la depresión. La clave, propone el organismo, es hablar de todo eso sin prejuicios ni tabúes.
“Estamos conscientes de que hoy más que nunca debemos trabajar por mejorar la salud mental de las y los jóvenes, quienes se han visto muy afectados por la pandemia. Muchos de ellos están atravesando por un momento de vulnerabilidad y queremos ayudarlos, estableciendo canales de información que se adapten a su lenguaje, guiándolos para que adopten hábitos de autocuidado e incentivándolos a que los promuevan entre sus pares. Lo que estamos lanzando hoy es una ventana para que encuentren apoyo y respuestas a las preguntas legítimas que tienen y que podamos tomarlos de la mano cuando tengan pensamientos negativos”, plantea la ministra del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar.
El objetivo es que los jóvenes estén informados y que también que sean ellos mismos capaces de compartir con sus pares acerca de las temáticas vividas a partir dede su propio lenguaje comunicacional. Para ello se organizarán periódicamente jornadas de formación y generación de contenido digital por jóvenes y para jóvenes.
“Eso es lo que busca lograr ‘Hablemos de Todo’ desde un espacio de seguridad y confidencialidad. Así el Injuv está trabajando como un articulador de representantes de la sociedad civil y el Estado para canalizar la ayuda en temáticas de salud mental a las y los jóvenes”, explica la directora nacional (S), María Asunción Cekalovic.
Además, la plataforma cuenta con un chat en línea, destinado a entregar asistencia, contención psicosocial y orientaciones sobre temáticas asociadas al programa, funcionando como un canal directo entre las personas expertas y las juventudes. La plataforma es administrado por la Fundación Para la Confianza.