Si bien el Covid ha matado a más de 900 mil personas, actualmente, en números aproximados hay unas 7,796,062,393 personas en el mundo. De hecho, la ONU proyecta que para 2050 una población de 9.7 billones, y en 2100 alrededor de 10.9 billones. “El Covid generó un alto riesgo de un baby boom”: Alistair Currie
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Estas alarmantes cifras, por el consumo de recursos que presentan (de hecho, el 22 de agosto ya se habían agotado los recursos de este año, según la organización Global Footprint Network), son las que estudia la organización benéfica Population Matters, de Reino Unido, que genera acciones para visibilizar la problemática de la sobrepoblación.
Metro habló con su Director de Comunicación, Alistair Currie, sobre la misma y cómo ha sido el impacto de la pandemia.
“El Covid generó un alto riesgo de un baby boom”: Alistair Currie
¿Cómo cambió el Covid las futuras perspectivas de población por las siguientes dos décadas? ¿Cuál ha sido su impacto en la población, economía y sistemas sociales?
–Hacer cualquier tipo de predicción a este punto es casi imposible, pero aquí hay algunas claves para tener en cuenta. En los países de más alta fertilidad, el desarrollo económico y el acceso a la planificación familiar es esencial para permitirle a la gente poder tener familias más pequeñas y así reducir la sobrepoblación.
Pero ambos factores están bajo amenaza por el confinamiento. Y lo están por presupuestos familiares reducidos, desempleo, el impacto en el comercio mundial y la ayuda exterior, y también porque es probable que las remesas de los migrantes a sus familias se reduzcan sustancialmente.
Esto significa que hay un alto riesgo de un baby boom, lo que solo exacerbaría los desafíos que estos países enfrentan con sus economías y con sus servicios públicos. También hay clara evidencia del impacto negativo en el presupuesto familiar, lo que es extremadamente preocupante en términos de población y por supuesto, para las personas que tienen necesidades justo ahora.
Tenemos números realmente preocupantes de sobrepoblación pero también muchos países de primer mundo tienen altos niveles de población envejecida. ¿Qué está pasando con esos países?
–Necesitamos poner esto en perspectiva. Las poblaciones que envejecen son un signo positivo de una vida sana, vidas más largas y de que las personas pueden tomar decisiones sobre la cantidad de hijos que tienen.
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En 2018, la cantidad de personas de 65 años o más en todo el mundo superó en número a los niños menores de cinco años por primera vez; debemos reconocerlo como la buena noticia que es.
Sí, algunos países ricos comienzan a tener más gente mayor de lo acostumbrado y la proporción incrementará. Es un desafío, pero está lejos de ser un desastre si nos preparamos para ello, como lo describo a continuación.
Los países más ricos donde esa tendencia está creciendo tienen dos características muy relevantes: primero, tienen los recursos financieros para hacer frente al cambio demográfico, y segundo, tienen un impacto ambiental global desproporcionadamente alto, porque son ricos y tienen un alto nivel de consumo. La disminución de la población en esas naciones es buena para nuestro planeta.
En general, a menos que tomemos medidas más positivas para empoderar a las personas para que elijan familias más pequeñas, estamos buscando (según cifras de la ONU) una población mundial 2 mil millones más alta de lo que es hoy en 2050.
Eso es en lo que debemos centrarnos.
«El Covid -19 un alto riesgo de un baby boom, lo que solo exacerbaría los desafíos que estos países enfrentan con sus economías y con sus servicios públicos. También hay clara evidencia del impacto negativo en el presupuesto familiar, lo que es extremadamente preocupante en términos de población y por supuesto, para las personas que tienen necesidades justo ahora»
Hay países que necesitan migrantes para hacer frente a este problema, como vemos con Canadá, por ejemplo. ¿Esta podría ser una solución al problema de sobrepoblación?
–La migración es ciertamente parte de la solución. Esta también tiene otros beneficios en los países desde los que las personas emigran, como ayudar a aliviar la presión demográfica a nivel local o nacional, y beneficiar al medio ambiente local y, a veces, global.
Asimismo, las remesas que envían los migrantes en los países más ricos a sus familiares en los más pobres también son cada vez más importantes para el desarrollo mundial.
Sin embargo, cuando la migración aumenta las poblaciones en países con un impacto ambiental global muy alto, como a través de las emisiones de carbono, también puede tener un lado negativo.
En general, un marco global eficaz, ético y justo que aborde la población, la demografía y la migración sería el mejor mecanismo para controlar la migración.
Mucha gente se preocupa de que existan personas “childfree”, que no quieren tener hijos. “Vamos a estar llenos de personas mayores y no van a existir suficientes jóvenes para mantener el sistema”, suelen decir. ¿Cuál es su opinión de eso?
–La población que envejece incuestionablemente representa un desafío para la prestación de servicios y economía «empresarial como siempre». Sin embargo, aumentar el número de jóvenes simplemente produce más personas mayores varias generaciones después y no es sostenible.
En cambio, debemos preparar y reequilibrar nuestras economías y políticas sociales. Las personas mayores ya contribuyen a nuestras economías a través de actividades como el voluntariado o el cuidado de nietos para permitir que los padres trabajen, por lo que debemos alejarnos de la idea de que son automáticamente una carga.
Donde necesitan más apoyo, es simplemente nuestro trabajo poner los recursos donde se necesitan. Ahora, la baja fecundidad se da en los países ricos, que pueden permitirse cuidar a las personas mayores si así lo desean, y ¿qué tipo de sociedades somos si no lo elegimos?
Es absolutamente necesario prepararnos para un mundo con diferentes demografías que las que tenemos hoy, pero tenemos los recursos y el ingenio para enfrentar los desafíos de poblaciones más pequeñas.
Sin embargo, los desafíos del aumento de la población y el consumo son aún más profundos y mucho más amenazantes. Entre ellos se incluyen la destrucción de la biodiversidad, el hambre, la pobreza y el empeoramiento del cambio climático.
Ser “childfree” funciona en países ricos. Pero América Latina y África subsahariana tienen las tasas más altas de embarazo adolescente.
–Ciertamente, ser childfree es más común en los países más ricos, donde la libertad para las personas, especialmente para las mujeres, sobre el número de hijos que desean tener, es más común.
Se debería tener la capacidad de tomar esa decisión antes de hacerlo, que lamentablemente todavía se les niega a cientos de millones de mujeres en los países más pobres que tienen una necesidad insatisfecha de anticoncepción. Sorprendentemente, ese número está aumentando.
Según un estudio reciente, en 2019, aproximadamente 270 millones tenían una necesidad insatisfecha, frente a 232 millones en 1990, y para 2030, se espera que este número aumente a 272 millones porque los servicios de planificación familiar no están a la par del rápido aumento de la población en países en desarrollo.
La gente también necesita libertad económica y no tener presiones sociales, religiosas y económicas para tener hijos o evitar la anticoncepción. El embarazo en la adolescencia a menudo ocurre por no proporcionar anticonceptivos y una buena educación sexual, pero también es una consecuencia del matrimonio infantil: 12 millones de niñas en todo el mundo se casan cada año antes de los 18 años.
La migración también ha generado una gran problemática social en los últimos años. Muchos de los migrantes vienen de países con conflictos políticos, como Siria y Venezuela, para mencionar a algunos. Y con ellos se han aplicado todo tipo de barbaridades: entre ellas, que no deberían tener hijos porque son pobres (y que los pobres, en general, no deberían tener hijos). ¿Eso no es una peligrosa alegoría a la eugenesia?
–Todos los que viven en un país, sean inmigrantes o nativos, ricos o pobres, deben tener los mismos derechos. Tener hijos es un derecho humano fundamental, consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Es absolutamente peligroso, poco ético y ofensivo sugerir que algún grupo no debería tener hijos, y es efectivamente eugenesia, como usted dice. Si bien nadie debería tener restringidas sus opciones, tampoco olvidemos que los ricos tienen un impacto ambiental mucho mayor que los pobres.
Cuanto más rica sea la gente, mayores serán los beneficios si eligen tener menos hijos.