En la intensa jornada de este jueves por la Copa Libertadores, el partido entre Racing y Nacional tuvo una serie de condimentos especiales, muy propios de los factores impredecibles que rodean a la crisis sanitaria por la pandemia.
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El árbitro brasileño Anderson Daronco dio positivo de coronavirus y no pudo dirigir el encuentro de Racing-Nacional, al igual que sus asistentes Fabricio Vilarinho, Rafael Alves y Bruno Arleu. Por ello, el cuarto árbitro, el chileno Christian Garay -que inicialmente iba a ser el cuarto juez en Defensa y Justicia vs. Delfín-, estuvo como referí principal en el Cilindro de Avellaneda.
Asimismo, dentro de los reemplazos apareció la argentina Mariana de Almeida, de 36 años, quien ofició de juez asistente. El estreno de De Almeida en la Libertadores marcó un hito, ya que fue la primera vez en la historia que una mujer fue jueza de línea en la máxima cita continental. Como asistente número 2, le tocó cubrir el ataque de Nacional en el segundo tiempo: cerca de su posición se dio el penal que cobró Baray, por una mano de Mauricio Martínez. Su desempeño fue considerado «correcto» por los especialistas, pese a la derrota inesperada de Racing por la cuenta mínima.
