El factoring es una forma rápida y segura de conseguir liquidez inmediata tanto como para grandes y pequeñas empresas. Y pese a que no es un mecanismo de financiamiento nuevo, existen muchos mitos sobre este procedimiento, donde para muchos es algo desconocido y que genera bastante incertidumbre.
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De hecho, estos últimos meses la baja productividad producto del covid19, y la gran cantidad de empresas cerradas por las cuarentenas, han llevado a emprendedores y empresarios a salir a buscar apoyo financieros en organismos públicos y liquidez inmediata en empresas como los factoring, algo que obviamente obliga a investigar y entender aún más este tipo de alternativas.
¿En qué consiste?
En palabras prácticas, el factoring es una fórmula sencilla, donde una empresa vende sus facturas por cobrar a cambio del pago casi total de la factura en forma inmediata al interesado, pagando un porcentaje por esta gestión. De esta manera, las empresas pueden contar con liquidez inmediata, pensando en que generalmente los plazos de pagos son a 30 o 60 días luego de entregada la factura.
Hay que dejar claro que no se necesita ser una empresa grande para contratar un factoring, donde empresas de todos los tamaños pueden acceder sin problemas. De hecho, Franco Cisternas, Gerente General de Arrayán Factoring, asegura que “pese a que muchos piensan que el factoring es sólo para grandes marcas con facturaciones millonarias, son las pymes las que más solicitan estos servicios, y es porque son precisamente este tipo de empresas que muchas veces no pueden acceder a créditos en el sistema bancario por moras o simplemente porque no califican”.
Mejorar flujo de la pyme
El factoring es rápido, donde incluso la entrega del dinero es el mismo día, ayudando a mejorar el flujo de caja de las empresas, por lo que generalmente los tiempos de respuesta son muy ágiles.
Varias personas aún tienen la creencia que únicamente las empresas que utilizan el servicio se encuentran en dificultades económicas, y es falso. Existen varias herramientas que te pueden ayudar al momento de usar este tipo de plataformas, destacando la reducción de costos administrativos, tener un sistema de cobro externo, entre otros. Hay que dejar claro que el factoring no es un pasivo, sino una herramienta completa de manejo y apoyo constante.
Por otro lado, se cree que el factoring es un servicio muy costoso, algo que no necesariamente es así, de hecho, siempre es bueno comparar precio calidad entre la oferta actual del mercado.
Finalmente, uno de los grandes problemas son las fechas de pago de facturas, lo cual complica muchas veces a los clientes y a las empresas cobradoras. Entendiendo que puede pasar que aveces no se cumplan los plazos estipulados, o que se confundan las fechas establecidas, es que Cisternas comenta que “creamos una plataforma única donde tanto como el pagador, el cliente, el ejecutivo comercial de la cuenta y la persona a cargo de la cobranza del factoring, tendrán acceso de cada uno de los avances de las facturas estipulados en distintas notas aclaratorias dentro del sistema”.