Esta nueva forma de trabajar está afectando la salud de distintas maneras”, dice a Publimetro el oftalmólogo y vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza.
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Aspectos ligados a la salud mental, física, visual e incluso dermatológica se están viendo afectados. Un estudio de la Universidad de Sevilla, enfocado en problemas de salud emocional ligados al uso de la tecnología, lo deja muy claro. Antes de la pandemia, un 21% de los trastornos como estrés y ansiedad estaban vinculados a la tecnodependencia. Tras la pandemia, aumentó al 70%.
En esta categoría se encuentran patologías como el tecnoestrés, la tecnoansiedad y el fenómeno del “teléfono fantasma”, entre otros.
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Para el doctor Meza, “se hace urgente contar con cifras y estudios de este tipo a nivel nacional, para así poder trabajar en protocolos que protejan a los trabajadores frente a esta nueva modalidad”.
El psicólogo de la Universidad Católica Carlos Zúñiga añade que “si bien en Chile no hay cifras oficiales, los profesionales del área sí hemos visto un gran aumento en las consultas por este tipo de condiciones. Podría decir que es el doble”, añade.
La falta de un lugar ideal para trabajar también trae consecuencias. Fernanda Iglesias, kinesióloga del Centro Kinesiológico Energy, dice que “la falta de sillas adecuadas, las malas posturas e incluso no saber ubicar la pantalla a una altura adecuada están generando problemas musculares”. La profesional añade que también ha tenido un aumento en las consultas y acusa que “no hay una cultura respecto a la realización de pausas para caminar o ejercitar la musculatura un poco”.
“Al estar muchas horas sentado en la misma posición, todo el cuerpo se resiente”, explicó. Y aunque parezca insólito, nuestra piel también se ve afectada.
“La luz de la pantalla puede secar la piel e incluso generar daños como si se estuviera expuesto a la luz solar”, dice Ariana Sánchez, médico especialista en estética. “Aquí, una limpieza e hidratación profunda es vital”, concluye.
Prevenir enfermedades tecnológicas con más tecnología
Ante las enfermedades y condiciones que se están generando por el teletrabajo, un grupo de especialistas recomendó el uso o modificación del uso de ciertas tecnologías para combatirlas.
Por ejemplo, el oftalmólogo Patricio Meza dice que “la luz de la pantalla no debe estar al máximo”. Añade que “la silla idealmente debe estar más arriba, para ver la pantalla hacia abajo, y eso ayuda a descansar la vista”.
Pero las pantallas también dañan la piel. En esta línea, la doctora especialista en estética Ariana Sánchez recomienda “hacer una exfoliación con Luna 3”. “Es un artefacto que permite realizar una higiene profunda, previniendo así fenómenos como el acné y otros. También puede hacer masajes y combinarlos con hidratación”, agrega.
Para las dolencias musculares por malas posturas, la kinesióloga Fernanda Iglesias nos menciona a Kinegun Pro. “Es una pistola de masajes que reduce el dolor, mejora la movilidad y aumenta el flujo sanguíneo. Así se eliminan contracturas musculares”, explica. “Lo bueno es que esta herramienta puede ser utilizada por cualquier persona en su casa”, cierra.
Patologías psicológicas
La ansiedad y el estrés están más presentes que nunca. Y no sólo por el teletrabajo. El consumo excesivo de noticias negativas relacionadas con la pandemia o la crisis económica también es un factor. Un fenómeno nuevo sobre este tema es el “Doomscrolling”, que se refiere a las personas que pierden la noción del tiempo revisando noticias de este tipo en su celular, y que a la vez, mientras las leen, aumenta su nivel de ansiedad y temor.
Problemas en la piel y alergias
Resequedad, alergias y aparición de acné pueden ser consecuencia del uso de mascarilla y de la larga exposición a pantallas. Incluso hay un fenómeno al que se le conoce como “Maskné” que surgió por la pandemia. “La limpieza facial profunda es clave, también una buena hidratación”, dice la especialista en estética Ariana Sánchez. “Se recomienda hacerlo dos veces al día”. Y también mantener el uso de factor solar.
Visión resentida
“La miopía aumenta porque se genera un mecanismo compensatorio para mejorar la visión desde cerca”, dice el doctor Patricio Meza. Es por esto que esta condición ha sido una de las más consultadas durante la pandemia. Detenerse para pestañear podría ayudar a la salud visual, ya que sirve para la correcta lubricación de los ojos. Hacer pausas para salir a mirar elementos que estén a más de cinco metros de distancia también es un sano ejercicio.
Postura y falta de ejercitación
La jornada laboral suele ser de 9 horas. “Sin embargo, en la oficina las personas suelen levantarse cada 30 minutos o una hora a tomar café, hacer una llamada, una reunión u otros”, comenta la kinesióloga Fernanda Iglesias. Según la especialista, en el modo de teletrabajo la personas perdieron estos tiempos de ejercitación inconsciente y suelen estar entre 3 a 4 horas sin moverse del asiento, lo que resiente la musculatura.