«El Mineduc ha dejado en evidencia que su principal preocupación no está en el mayor interés de los niños, niñas y adolescentes, sino que en la instalación y continuidad de la agenda económica de su Gobierno». Dicha afirmación es parte de la carta que ayer lunes entregaron el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara y el líder del Colegio de Profesores, al ministro Raúl Figueroa, donde le exigen que se suspenda todo plan de retorno a las aulas y se trabaje en el cierre del año escolar.
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En la misiva, además, solicitan que «ante un eventual regreso presencial para el 2021», se elaboren políticas pedagógicas y socioemocionales que consideren «de forma permanente a los diversos actores que conforman las comunidades educativas». Todo esto, argumentaron, teniendo en cuenta que hay 44.528 personas positivas para covid-19 que tienen entre 0 y 19 años, según el informe epidemiológico del 16 de septiembre.
«No existe condición alguna para que las comunidades vuelvan a clases presenciales. El Mineduc ha estado durante meses intentando promover un cuadro de normalidad que no dice relación con lo que vive el país», dijo el diputado Juan Santana (PS), recalcando que se debe avanzar en un proceso de cierre del año escolar, para así terminar con la «incertidumbre» que, a su juicio, viven miles de familias.
Ante la insistencia, desde el Mineduc reprocharon que se pretenda prohibir a nivel nacional un regreso a clases, pues hay comunas que sí estarían en condiciones por no presentar casos de coronavirus. «No se comprende porqué existen actores que siguen insistiendo falazmente, que el Ministerio está forzando el retorno. Hemos dicho insistentemente que este retorno es voluntario, tanto para sostenedores como para los apoderados, además de ser seguro y gradual», manifestó el subsecretario de Educación, Jorge Poblete, subrayando que se da a las comunidades la opción de retornar, pero siempre que se cumplan las exigencias.
En el mismo tono, el diputado Luis Pardo (RN) insistió en que el modelo, de todas formas, da la posibilidad para que quienes no quieran regresar, puedan seguir con clases a distancia. “No se justifica una norma general de prohibir la vuelta a clases, en circunstancias que tenemos realidades muy distintas entre comunas”, manifestó.
Según el plan del Gobierno, los establecimientos de comunas en fase 4 y 5 están autorizados para abrir, mientras que los de comunas en paso 3 requieren una autorización específica de la Seremi de Salud. Pero hasta ahora, el proceso se ha llevado con cautela, ya que son sólo 42 establecimientos educacionales (colegios y jardines) los que han decidido volver a la modalidad presencial, bastante poco si se considera que al día de hoy son 55 las comunas que están en fase 4 y 192 en fase 3.
El retorno
De acuerdo con la resolución exenta 635 emitida el 7 de agosto por el Minsal, las Seremis Regionales de Educación tienen la facultad de resolver sobre el retorno a clases presenciales, previo análisis del cumplimiento de los protocolos ordenados por Salud. Esto se traduce, a juicio de Juan Santana y de Mario Aguilar, «en abandonar la aplicación de criterios sanitarios y epidemiológicos en la toma de decisiones».
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Sin embargo, para Eugenio Severin, director ejecutivo de “Tu Clase, Tu País” y consultor internacional de la Unesco y BID, es correcto «descentralizar las decisiones, porque la situación en las distintas regiones es diversa». De todas formas, dijo que se deben cumplir dos condiciones:
-Cumplir con aspectos de contexto objetivas: tasa de contagios controlada, trazabilidad y disponibilidad de instalaciones de salud. Debe ser de responsabilidad del sistema de salud.
-Tener claros protocolos y condiciones de funcionamiento de las escuelas, definidos por Salud y Educación. Los colegios deberán asumirlos, aceptarlos y comprometer su cumplimiento. Una vez hecha las adaptaciones, cada establecimiento deberá pedir a la Secretaría de Educación la autorización para el retorno.
Fortalecer el diálogo
Como manifestó Alejandra Arratia, directora ejecutiva de Educación 2020, para dirimir en esta disputa, lo primordial es fortalecer el diálogo. «Tener a los actores de la comunidad educativa conversando es clave, buscando cómo abordar el desafío de la mejor forma, y entendiendo que el rol de las escuelas es fundamental para la formación de los niños», comentó.
Junto con esto, reiteró que mientras no estén las condiciones sanitarias, también hay que entender que no puede haber un retorno presencial seguro. «Invitamos a promover las confianzas, a cuidar el diálogo y avanzar en una conversación que sea un reconocimiento del desafío, apoyando decisiones vinculadas a los distintos territorios del país», subrayó.
De todas formas, para Arratia, por sobre todo, el acento se debe poner en cómo conversa el derecho a la educación, con el derecho a la salud y la integridad física, «ya que son derechos fundamentales que debemos poder conciliar en este momento tan complejo».
¿Fin del año escolar?
Aún cuando se pide establecer un plan de cierre del año escolar que garantice la consideración de la realidad de cada recinto, el Mineduc ya tiene herramientas que permiten a los establecimientos hacer adecuaciones. Según datos de la cartera, los colegios pueden ajustar su plan de estudios y reducir la cantidad de asignaturas conducentes al promedio final, exigiendo al menos 1 calificación.
Además, comentaron, se han dado rutas alternativas para medir a los estudiantes: evaluar formativamente hasta fin de año y transformar a notas según tablas de equivalencia; o combinar evaluaciones formativa y sumativas.
Para la cartera, en todo caso, el foco prioritario de los meses que restan deberá estar en aquellos estudiantes con los que se ha perdido contacto.