:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/metroworldnews/FT2DHXINMZBJVINZDCS4CUQ5IU.jpg)
Como pocas veces se ve en una votación en el Congreso, todos los senadores se cuadraron con la decisión del Presidente Sebastián Piñera de nombrar a Adelita Ravanales como ministra de la Corte Suprema. La hasta ayer integrante de la Corte de Apelaciones de Santiago fue ratificada por la unanimidad de los parlamentarios.
Y fue un proceso diametralmente distinto al que enfrentó la primera opción del Mandatario para ocupar el cupo que dejó el ministro Hugo Dolmestch: Raúl Mera. Porque pese a que diferentes abogados defendieron la trayectoria del ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, su postura en fallos sobre derechos humanos truncó su llegada al máximo tribunal, y abrió el camino para que una nueva mujer se integrara a la Suprema.
Ravanales, según el análisis de entendidos, es una ministra de carácter fuerte, severa y más bien de bajo perfil. Alcanzó mayor connotación en medio del Caso Penta, cuando en 2017 rechazó el desafuero del diputado Felipe de Mussy (UDI). Es profesora de la Escuela de Oficiales de Carabineros, y su nombre entró en la quina que le presentó la Corte al Presidente, con el apoyo de 9 ministros del sector más conservador del pleno.
Por lo mismo, se le asocia en primera instancia a esta ala. Sin embargo, al considerar que pasará a integrar la Tercera Sala, la que ve temas constitucionales, y por ende, los que más impacto tienen en la ciudadanía, los analistas dicen que hay que esperar a conocer su posición. No sería la primera vez que a un ministro que se le tiene por “conservador”, al integrar esta Sala, muestre su lado más “progre” en razón de los derechos sociales, como salud, medioambiente, vivienda, entre otros.
A pesar de que los expertos coinciden en que para analizar a los ministros se debe tener en cuenta su disposiciones ante diferentes materias, no sólo considerando su inclinación política, es posible hacer un “mapeo” de las autoridades. Y ahí, la balanza se inclina levemente hacia el sector más conservador, donde se sitúan 11 de los 20 integrantes en ejercicio.
Los más «progre»
- Sergio Muñoz
- Carlos Kunsemuller
- Haroldo Brito
- Guillermo Silva
- María Eugenia Sandoval
- Andrea Muñoz
- Jorge Dahm
- Leopoldo Llanos (mas textualista, pero
- Mauricio Silva
Los más conservadores
- Rosa María Maggi
- Rosa del Carmen Egnem
- Juan Eduardo Fuentes
- Ricardo Blanco (a veces tiene salidas)
- Ana Gloria Chevesich (pro derechos
- Carlos Ramón Aránguiz
- Arturo José Prado
- Ángela Vivanco
- María Angélica Repetto
- Manuel Antonio Valderrama
- Adelita Ravanales
La felicidad de Adelita:»Magnifica votación»
Tras la fallida designación de Raúl Mera, el Gobierno no hizo más que celebrar la unanimidad del apoyo a Adelita Ravanales. Así lo evidenció el ministro de Justicia, Hernán Larraín, quien valoró la disposición “para aprobar a una mujer cuyas credenciales son muy simples, pero también muy destacables”.
Por su parte, Ravanales dijo estar “muy contenta por llegar a este término de proceso con tan magnífica votación. Estoy agradecida por la confianza y asumo este nombramiento con mucha humildad y con mucha responsabilidad”.
Asimismo, la ministra hizo hincapié en su compromiso “a impartir una mejor justicia y recobrar la confianza de la ciudadanía”.
Luis Cordero: “Adelita es una jueza estricta y formal”
Abogado, académico de la Universidad de Chile y director de Espacio Público.
¿Cómo analiza la llegada de la ministra a la Corte? Está en la línea de la jueza Repetto, clásica de carrera, con mucha autonomía, estricta y formal. Tiene menos riesgo de “activismo”.
¿Cuánto influye que haya más conservadores en la Corte? Eso hay que analizarlo dependiendo de la Sala. En rigor, lo más importante es cómo se correlacionan las fuerzas en la Tercera Sala (Nota: el de las decisiones clave para la ciudadanía). Y ahí, dada la naturaleza del conflicto, la Corte se mueve hacia allá (en favor de las personas). La ministra Sandoval opera más de bisagra ahí.
En febrero se van dos ministros y queda un cupo vacante… Eso es clave para saber si se va a continuar con la tradición de tener buenos especialistas en la Corte, porque se van Künsemüller y Sandoval, y eso le da una matriz de funcionamiento bastante consistente.
¿Lo fundamental ante el debate constituyente? La discusión sobre gobierno judicial.
