El pasado 21 de julio, Danuta Rajs, quien estuvo al mando del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (Deis) durante 10 años, declaró vía Google Meet en el marco de la indagatoria que lleva adelante la Fiscalía para esclarecer presuntas irregularidades en el manejo de las cifras de la pandemia por parte de autoridades del Minsal.
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En la instancia, Rajs, que hoy se desempeña como asesora técnica del Comité Nacional de Estadísticas Vitales, instancia integrada por el Minsal (Deis), Registro Civil y el INE, se refirió a las dificultades observadas respeto de cómo se informaban las cifras de fallecidos.
Así, en medio de una declaración de 16 carillas, hizo presente que «cuando el Ministro dijo que había ocurrido la primera muerte por Covid-19, no fue la primera, habían muerto dos o tres personas más antes. Nadie se había dado cuenta, seguramente porque no se miró la fecha de defunción, y el Registro Civil publica por fecha de inscripción y no de defunción. O porque el registro de esas defunciones se hizo después».
Sostuvo que el DEIS «trabaja también con la inscripción del Registro Civil, pero para producir las estadísticas, el DEIS toma la fecha de defunción anotada en el certificado, pues ese es el fenómeno que ocurrió. La fecha de la inscripción no es relevante para la estadística, se necesita la fecha de defunción para ir calibrando el fenómeno dentro de la población. Desde el punto de vista epidemiológico lo que interesa es la fecha de defunción, la de inscripción no sirve para ese análisis. El Registro Civil comenzó a publicar lo que publica en el Portal de Datos de su sitio web a requerimiento de periodistas. INE, DEIS y yo pedimos que no lo hicieran porque confunde más que aclarar. La respuesta del Director Nacional fue que iba a publicar lo que ellos hacen, pero son por fecha de inscripción y no de muerte2».
Consultada respecto de relevancia tienen las estadísticas para las decisiones relacionadas con la pandemia, como cuarentenas, regreso a clases, u otros, Rajs indicó: «No lo sé, porque no he visto en los indicadores que usa el Ministerio indicadores de mortalidad. Los comunican. Yo le escribí al Dr. Lozano, que fue mi alumno en México, y pregunté para qué quieren información diaria de defunciones, ¿qué hacen con eso? Y su respuesta fue que esto es una gran pandemia y hay que estar informando, pero no hay decisión concreta que me puedan fundamentar en contar con defunciones diarias, y es lo mismo que hace el director de la OMS, que da información diaria, que es incompleta, que es la que se acumula hacia atrás».
La visión del Deis y el conteo de los fallecidos
Rajs relató que en enero se recibieron instrucciones de la OMS para hacer el conteo. «U07.1 y U07.2 son los códigos que asignó a esta enfermedad la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades, Décima Revisión». Una vez que el Deis recibió la información, aseguró «inmediatamente fue comunicada al país, Seremi y Servicios de Salud».
«Las defunciones de marzo que señalé, se inscribieron después, pero habían ocurrido antes. Por eso es importante distinguir entre ocurrencia e inscripción. En ese entonces ya se usaban estos dos códigos, tan pronto está inscrita se usan. Antes de junio el DEIS no estaba en línea para esta base de datos, estaba en línea con otras aplicaciones del Registro Civil. Lo que hacía era cargar la base de datos de defunciones todos los lunes. El Registro Civil abría el acceso telemático a esa base de datos y el DEIS a bajaba, Para trabajar en la semana con esas defunciones, las que estaban inscritas. Eso cambió en junio, cuando se colocó la base de datos de hechos vitales en línea para el DEIS, y pudiéndose consultar todos los días. De ahí toman los casos inscritos, lo que no significa que hayan ocurrido ese día, pueden haber ocurrido antes», manifestó.
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Y agregó que «lo que aportaba el Ministro diariamente fue basado en un sistema propio. No tomaron en cuenta al Deis. Yo sé lo que me han contado profesionales de las Seremi y de los Servicios de Salud, porque no conozco a la gente del Ministerio, son gente joven de este Gobierno. Pero me comentan los estadísticos de las Seremi y de los Servicios de Salud, y de algunos establecimientos, lo que están pidiendo y lo que están haciendo».
De acuerdo con los antecedentes que maneja, «lo que hizo primero el Ministro parece que fue crear una plataforma para que desde la Seremi les informaran las defunciones del día, que se supone capturarían en los establecimientos de salud de la Región, supongo, porque no creo que hayan podido llegar a médicos del ejercicio privado. Empezó a pedirse eso, captar las muertes antes de ser inscritas. Eso sí era una recomendación de la OMS, que en uno de los primeros documentos que hizo recomendó que se crearan sistemas de vigilancia de la mortalidad, que es un sistema complejo que hay que saber hacer. La forma lógica que podría haber ocupado y no ocupó era preguntar al Deis, pero así no fue. En el Ministerio, como existe competencia entre departamentos y divisiones a veces se tiende a no ayudar y a perder la visión de conjunto. Tengo entendido que la Jefa de Gabinete del Ministro llamaba a los Seremi y les preguntaba, pero eso se puede hacer con 10 o 15 defunciones. Por eso se usa el Registra Civil, que se usa en todo el mundo, porque es el sistema capaz de captar toda esa información».
Innovando en las fórmulas
Producto de las observaciones que hicieron los expertos a ese sistema, continuó, «el Comité Asesor de Pandemias mismo sugirió, en la DIPLAS crearon una dirección de correo electrónico, para que ahí los médicos enviaran fotos de los certificados de defunción que emitían, que tomaran foto con el celular». A pesar de que reconoció que eso parecía, en principio, buena idea, «a alguien se le ocurrió pedir que además mandaran por esa vía el resultado del examen de laboratorio. Eso es ponerle una dificultad a quien registra, que no anda con el examen en el bolsillo, por lo que tendrá que buscar donde está el examen y anexarlo a este certificado, lo que desalienta la participación de estas personas que no son expertas en registrar información. Con eso, bajaron estas notificaciones de defunciones por COVID-19».
«Luego, ya en junio, dijeron que no se mandaran más a ese correo. Y mientras tanto lo que hicieron, y que yo critiqué mucho, a cargo de gente que no sabe de epidemiología ni menos de registro de hechos vitales, fue pedir datos a Registro Civil, quienes preguntaron qué datos querían. Dijeron que querían el RUT, la edad, fecha de nacimiento, sexo, la comuna, y tres causas de muerte», complementó.
Y eso trajo más problemas. «Empezaron a trabajar con eso, pidieron esas defunciones inscritas por comunas, pero comuna para el Registro Civil no es la de residencia habitual del difunto, es la de la Oficina del Registro Civil donde se inscribió (…) Por esos datos de defunciones, algunos alcaldes cometieron errores en sus cálculos, a partir de esa fecha, porque creyeron que eses muertes eran de residentes de sus comunas».
«Por otra parte, no usaron el criterio de la causa básica de muerte establecido por la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades, sino que usaron una técnica automatizada de nube de palabras, que es como cuando uno busca en un texto una palabra, y la encuentra todas las veces que aparece. Eso fue lo que hicieron estos matemáticos y estadísticos, pero como no saben terminología médica, buscaron muy pocas palabras. No todas las que deben para el COVID-19. Y omitieron, por mera ignorancia y por meterse en temas que no se dominan».