Los 2.500 gimnasios de Chile están cerrados desde el inicio de la pandemia de coronavirus, o sea, desde hace siete meses. Y ello tiene desesperados a los 60 mil trabajadores del rubro y a las cerca de 500 mil personas que se calcula iban a esos recintos para hacer ejercicios.
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La autoridad sanitaria tiene a este rubro en la etapa final de normalización, pues el plan «Paso a Paso» indica que los gimnasios volverán a funcionar en la etapa 5, de «Apertura Avanzada», con la mitad de su capacidad y con normas muy estrictas.
Así, el «estilo de vida» que sostienen está en riesgo, lo que no es menor para un sector de la economía que mueve alrededor de 200 millones de dólares al año y se divide en grandes cadenas y en muchos emprendimientos medianos o menores.
Alfredo de Goyeneche, vicepresidente de la recién creada Asociación de Gimnasios de Chile, pinta un mal panorama.
«Cuando cerramos había caja para dos meses más, por eso se está sobreviviendo. A muchos trabajadores se les congeló el contrato, otros fueron despedidos y algunos de los que siguen sufrieron la baja de sus ingresos. Al reabrir con suerte habrá la mitad de ingresos, de acuerdo a lo que hemos visto en otros países que ya están funcionando. Y se calcula que hasta un 30% de los que operaban en este mercado no podrán seguir».
El martes 6 de octubre por la tarde, 80 personas que trabajan en el sector se manifestaron de forma pacífica durante una hora frente a La Moneda, bajo la consigna «Gimnasios Unidos de Chile» y liderados por César Martínez, dueño del «King Boxing Gym« de Santiago. Portaron pancartas, gritaron algunas consignas y también corrieron alrededor del Palacio de Gobierno.
«Pondremos un recurso de protección, pues somos miles los perjudicados. Vamos derecho a la quiebra. Abrieron restoranes y el comercio, y nosotros parecemos leprosos. Hemos golpeado muchas puertas y propuesto varios protocolos, pero no nos toman en cuenta. La autoridad olvidó que el deporte es salud, y además es insostenible para este negocio seguir sin funcionar», dijo César Martínez.
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PERJUICIOS FÍSICOS Y SICOLÓGICOS
Parques abiertos han sido alternativas para quienes iban a los gimnasios hasta antes de la pandemia de covid-19. Lo mismo se ha tratado de hacer con clases a través de Internet, preferentemente por Zoom. Pero tales vivencias no se acercan a lo que experimentaban hasta antes de la pandemia los asistentes a los locales de ejercicio.
El sicólogo deportivo Rodrigo Cauas sostiene que «es innegable que la gente se ejercita más que antes, por eso el cierre de los gimnasios ha generado grandes dificultades».
El especialista añade que «hay que considerar que una importante cantidad de personas iba a los gimnasios no sólo por los ejercicios, sino que también para socializar. Y eso que se perdió no tiene que ver necesariamente con los amigos, sino que para sentirse parte de un grupo».
«Este cierre ha afectado a muchos, pues ir al gimnasio ayuda a motivarse y genera lazos, lo que ahora no se da y aumenta el estrés. Hay que considerar, además, que con el encierro se come mal y la gente tiende a engordar, con el evidente daño a la salud que eso significa», precisa el entrenador Fabián Villegas.
«No es fácil armar un área de trabajo en la casa, por el espacio requerido y porque los precios de máquinas e implementos subieron mucho en los últimos meses», agrega.
Desde el Gobierno, se refiere al tema Daniela Godoy, Secretaria Ejecutiva de Elige Vivir Sano.
«La pandemia hemos visto reducidas las posibilidades de hacer deporte. Por eso, nuestro llamado es a realizar actividad física en casa dentro de lo posible, y para eso en nuestra web está la iniciativa Vida Saludable en Casa con diversas alternativas de videos con rutinas. También distintos municipios y agrupaciones están haciendo clases a través de internet para que las personas puedan participar. Y en las comunas que pueden de acuerdo al plan Paso a Paso, las personas puedan salir a caminar a parques o plazas, siempre manteniendo las medidas de autocuidado como el distanciamiento físico y el uso de mascarilla, que sólo se puede sacar en el momento que se realice la actividad física».
GESTIONES DESDE EL PARLAMENTO
La hoy diputada de RN y exatleta Erika Olivera se ha mantenido preocupada de forma permanente de la grave situación de los gimnasios.
«Este es un rubro de los más golpeados por la pandemia, por eso el tema ha sido tratado en la Comisión de Deportes, a la que han llegado representantes del sector a plantear su situación y propuestas».
-¿Qué se puede hacer para ayudarlos?
-Hay que respetar los requerimientos sanitarios, pero esta es una actividad muy importante, tanto para el bienestar como para la economía. Como este sector es de los últimos que reabrirá, hay que considerar planes de apoyo financiero directo. Ya hubo una reunión con el ministro de Economía, Lucas Palacios. Y en una de esas se puede lograr antes de lo pensado la apertura, como la fase tres, pero con medidas extras de seguridad, como mayor separación entre las máquinas, distancia de diez metros en los usuarios y clases grupales con un máximo de cinco alumnos.
-¿Qué le han contado los afectados?
-Muchos dueños de gimnasios han tenido que despedir a trabajadores. Y también están sometidos a grandes dificultades para pagar los servicios básicos y el arriendo de los locales que usan. Pero lo esencial para que vuelvan a funcionar es hacer todo bien para no tener que retroceder.