Diez páginas tiene el documento que envió el canciller Andrés Allamand a los embajadores de Chile en el extranjero, planteando las dificultades que el país ha enfrentado durante el último año, y evidenciando lo hecho por el Gobierno para, “a un año del estallido, recuperar la normalidad”.
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El escrito se acompañó de instrucciones claras a los funcionarios: entregar el texto “al más alto nivel” ante las autoridades locales y compartirlo con los medios más relevantes y los líderes de opinión de cada país. Con esto, el Gobierno espera retomar el “sitial preferente” que tenía Chile en el escenario internacional. Pero la iniciativa no gustó nada en la oposición.
El senador y excanciller José Miguel Insulza (PS) tildó como un error la maniobra, ya que “contradice hechos que todo el mundo conoce por la prensa”. Agregó que “este país no se ha normalizado, la pandemia aún genera problemas, la economía se ha visto dañada, existe un alto desempleo y hay divisiones profundas en la sociedad. Esa es la realidad que está a la vista y no tiene sentido inventar una historia oficial poco creíble”.
En el mismo tono, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Juan Pablo Letelier (PS), sostuvo que es “inexplicable y perjudicial” que el Ejecutivo intente exponer una falsa realidad. “Demuestra el divorcio absoluto del Gobierno y del canciller respecto de lo que pasa en nuestra sociedad”.
La defensa al Gobierno
Desde el oficialismo, por cierto, respaldaron a La Moned. El senador Iván Moreira (UDI), también miembro de la Comisión de RREE, dijo que no hay razón para las críticas. “No pretenderá la oposición escribir la política exterior que nuestro gobierno se ha dado. Lo que hace el Presidente Sebastián Piñera es profundizar el compromiso institucional que Chile tiene”, indicó.
Por su parte, el diputado Tomás Fuentes (RN) expresó que “la izquierda o no se leyó el documento o tiene problemas de comprensión”. A su juicio, lo que busca el canciller es destacar que Chile y el Gobierno “han encauzado la crisis en una salida institucional, lo que es parte fundamental de nuestro prestigio internacional, que ha permitido ser un ejemplo no sólo de una transición a la democracia, sino de consolidar una democracia estable”.